SEÑORA DE LAS 4 DÉCADAS (Y 1/2) II - Relatos Eróticos

SEÑORA DE LAS 4 DÉCADAS (Y 1/2) II

... mi madre giré el picaporte y entre.No se veia nadie,así que di varios pasos y empecé a escuchar algo,pero no podía precisar de donde provenía,ni de.que se trataba.Segui caminando hasta que detecte que venían del dormitorio de Mabel y parecian gemidos.Me acerque a la puerta  entreabierta y por la rendija entre la puerta y el marco pude ver a Mabel,acostada en su cama,totalmente desnuda,sus largas piernas recogidas y abiertas.Una de sus manos acariciaba sus pechos mientras la otra,entre sus piernas se movía,no dejando dudas sobre la actividad que estaba realizando.Durante varios minutos estuve como hipnotizada por la escena.Cuando decidí dar la vuelta para regresarme descubrí dos cosas.La primera fue que mi mano,sin yo darme cuenta,se hallaba en mi entrepierna.Y la segunda es que dicha entrepierna eataba húmeda.Mi decisión se tambaleó,empuje la puerta y entre.La mirada que me dirigió Mabel me hizo pensar que me estaba esperando.Camine hasta quedar,de pie,al lado de su cama.En ningún momento alteró nada de lo que hacia.Una mano seguía acariciando sus pezónes, la otra,ahora tenía una visión completa,introducía 2 dedos dentro de su vagina.Parada al lado,no reaccionaba,no podía quitar mis ojos dela cuadro.Nunca había visto a una mujer masturbarse,mucho menos gozar como lo hacia Mabel.Ella abandonó sus pezónes y extendió su mano hacia mi,despojada de toda voluntad,mi mano avanzó hasta tomar la suya.Juntas bajaron a reemplazar la acción de la otra.Por primera vez,en mi vida,mi ...

... dedos se empapaban con jugos que no eran los mios,penetraban una cavidad que me era ajena.La sensación era nueva,extraña,placentera.Era,hipnótico  poder producir placer de esa manera,sabiendo donde me gustaría que me tocarán,como me gustaría que me lo hicieran.Sentía,a la vez,Cómo mi propio goce corría por mis muslos.Para mayor comodidad me sente a la orilla de la cama.Realmente,no recuerdo en que momento me encontré acostada entre sus brazos.Sus labios susurraban sobre los mios que se unían a la sinfonía de murmullos y gemidos.Cómo un felino se escurrió hacia abajo y sentí fuego entre mis piernas cuando las recorría con su lengua.Pronto mi corta polleta quedó arremangada en mi cintura,sentí correrse mi tanga y un estlletazo candente hirió mi vagina. Mis piernas se abrían generosas invitando a mayores logros.Sus dedos rodeaban mi inflamado capullo.Sentí un estremecimiento brutal y le inunde su cara que refregaba contra mi ofrecida concha.Sus dedos penetraban y se escapaban generando más necesidad.Yo no era virgen vaginal.Luego, si lo era anal. Cuando  separo mis nalgas y con su dedo empapado en mis propios jugos entró en mi culol la,nueva y única, sensación de estar,doblemente,penetrada me llevo  una vez más a derramarme entre convulsiones y gritos de placer.Estaba recuperando mi respiración pensando que todo había concluido,cuando abrió  su mesa de noche y sacó un arnés que sujeto a su cintura,de el pendía un,enorme,pene con una cabeza no muy inferior a una ciruela.Se arrodilló ...