Mi madre, mi mujer, mi amante.
Fecha: 01/06/2020,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Kevin Gómez, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... me dejó, se la
toqué muy suavemente por la parte del pubis la parte
de arriba, en un momento bajé mi mano y metí (por
encima de la pijama) mis dedos, me dijo que no hiciera
eso y que parara, como les había dicho es algo
"
sumisa
"
asi que con bastante carácter le dije: madre, yo sé
que eres una mujer y un ser humano el cual tiene
necesidades al igual que yo, yo sé que no has tenido
relaciones en por lo menos 5 años, dejame porfavor
darte placer, olvidate que somos madre e hijo, primero
que eso somos hombre y mujer.
Se quedó muy impactada con lo que le dije, queria
llorar entonces la besé con pasión en la boca, ella no
me empujó como esperaba y atendió a mi beso, no saben
lo tranquilizante que era ello, puesto que estaba muy
angustiado por que nuestra relación se dañara a causa
de lo que le dije.
Ella sabía que yo tenia razon, ya era prácticamente un
hombre por mi conducta y físico y ella una mujer que
necesitaba como cualquier ser humano algo de placer
en su vida y que mejor que con el ser que mas amaba en
la tierra, yo.
Mientras la besaba me subí encima de ella como en
posición de misionero, mi pene extremadamente erecto
rozaba con su vagina en el short de su pijama, estaba
muy excitado y mi corazón latia a mil.
Hacia movimientos como de penetración, cosa que
ella le exitaba mucho, le quité la parte superior de su
pijama ,una blusa ligera, no llevaba brasier, por lo que sus deliciosos senos quedaron al descubierto solo para
mi, los lamí y ...
... succioné mejor que un bebé recién naci‐
do, sus pezones estaban durísimos, que rico se sentía
chupar esas tetas que tanto desprecié de bebé ( no
me gusta la leche sola), bajé por su abdomen lamiendo
y chupando toda su piel, era mi primera vez teniendo
sexo, pero tenia cierta experiencia gracias al porno
que veia cada noche, llegué a su short, al quitarselo y
disponerme a lamer esa vagina que tanto deseaba, me
detuvo, me dijo que no lo hiciera porque nunca lo habia
experimentado, la miré a los ojos y le dije, desde este
momento vamos a conocer lo que es el verdadero pla‐
cer, y seguí lamiendo sus piernas pasando por sus pan‐
torrillas y devolviéndome a su vagina tapada por una
de las 3 tangas que tenia, me sentía tan eufórico, tan
felíz, tan emocionado, me dispuse a oler por encima de
la tanguita, el olor era nuevo pero nada desagradable,
al contrario me prendia de sobremanera ese aroma,
lamí por encima de la tanga, aquella con la que muchas
veces me hice la paja, luego ya empapada de jugos y de
saliva se la quité, y allí estaba la vagina de mi mamá,
inchada por la excitación, linda, con unos vellitos de 4
dias de depilación, perfecta a mi parecer, la lamí como
si no hubiera un mañana, lamí su clítoris mientras
introducia mi dedo haciendo movimientos hacia arriba,
ella estaba a punto de explotar, no gemia como queria
por pena conmigo, tanta era mi cachondez que hasta
lamí su ano, ella se le hizo muy extraño pero muy
placentero, y es que siempre me había ...