Sonidos motivantes pt2 - Relatos Eróticos

Sonidos motivantes pt2

Mi mano recorría y apretaba las preciosas nalgas de Juli, mientras que los gemidos de mi madre no parecía que vayan a parar pronto. Cada ruido, cada suspiro, cada gemido, no hacía más que excitarme más y más, así que entre la calentura me atreví a meter mi mano dentro de los shorts de mi hermana. Poco a poco mis dedos se ponían entre el elástico y su piel, sintiendo su ropa interior, y metiendo mi mano debajo de ella para disfrutar de la suavidad de su culo. Cerré los ojos tratando de imaginar a algunas de mis compañeras, tratando de fantasear con ellas, pensando que eran ellas a quien tocaba. Pero rápidamente descubrí que Juli era mil veces más excitante que cualquier compañera. Descubrí lo mucho que me gustaba estar tocando a mi hermana. Empecé a presionar levemente mi verga sobre el pantalón tratando de masturbarme, mientras mi otra mano se perdía poco a poco entre las nalgas de Juli, buscando separarlas. Supongo que sintió lo que hacía, porque entredormida cambió su posición, dejando de abrazarme y quedando boca arriba. Saque mi mano de su culo apenas se movió, sentía el corazón en la garganta del miedo, pero al ver que seguía dormida, el miedo se volvió excitación una vez más. Lentamente me ...

... levanté de la cama, queriendo no despertarla, lo logré. Rodie la cama para acercarme a ella, con dos dedos tome la sabana con la que se tapaba, y la levanté suavemente hasta quitarla por completo. Pude ver la poca luz que hacía reflejada en su cuerpo de niña, y por primera vez, vi a mi hermana como mujer. Traía shorts deportivos negros y una musculosa roja arrugada, dejando ver su ombligo. Sus piernas mostraban su entrada a la pubertad, siendo bastante carnosas. Puse mi mano sobre su estómago, acariciando su piel, subiendo hacia sus pequeños pechos mientras subía su musculosa. La lujuria me consumió cuando sentí uno de sus pezones entre mis dedos,  saqué mi cerca y empecé a masturbarme, mientras mis toqueteos endurecian sus pechos. Acerqué mi boca a uno y empecé a besarlo, a saborearlo, a recorrerlo con mi lengua, su respiracion se aceleraba. Levanté la mirada y vi sus labios entre abiertos, acerqué mi rostro al suyo, y veía como sus labios brillaban reflejando la poca luz de la habitación. Acaricié sus suaves mejillas, y poco a poco acerqué mi boca a la suya. Sentí sus labios rozar los míos, y una electricidad recorrió todo mi cuerpo, finalmente fundi nuestros labios en un beso, suave, dulce y tierno.