Don Roberto y Valentín de la sierra.
Fecha: 03/06/2020,
Categorías:
Confesiones
Tus Relatos
Autor: PPTon, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... experimentar con hombres. Por mi insistencia, me dijo que el problema era que el señor tiene una verga muy especial que no le gustó a su mujer, a pesar de que sirvió para tener 2 hijas. Después habría de saber que a Valentín, por su abstinencia de antes y de solamente haber conocido a “manuela”, le había despertado el apetito sexual por don Roberto.
Luego vino lo mejor. Que el patrón le había encargado que me cuidara bien, que siempre estuviera cerca de mí, que no apartara la vista de mi, que me complaciera en todo lo que yo necesitara y que para eso me acompañaría en la tienda de campaña. Más claro ni el agua, sólo quise aclarar si a él le gustaba la idea y que podría contestarme después de haber estado conmigo la primera noche, a lo que me contestó con un enfático está bien. Lo invité a compartir cobertores y nos dispusimos a dormir uno al lado del otro, yo totalmente desnudo y él con un bóxer de tela muy suave que dejaba sentir su armamento como si no trajera nada encima.
Me acomodé dándole la espalda y Valentín rodeó mi tórax con su fuerte brazo, recorrió varias veces sus ásperas manos de gente trabajadora, desde la garganta hasta el estómago, luego la extendió hasta tocar el inicio de mi vello pubico y después de varios pases, llegó hasta la base de mi verga que ya estaba creciendo vertiginosamente, sus dedos índice y pulgar, lentamente llegaron hasta la base del glande, luego de recorrerlo suavemente, llegó a la boca de la uretra. Fue tan lento y suave el recorrido, ...
... que cuando llegó a ese punto, se encontró con una gran gota de líquido pre, la cual fue esparciendo alrededor de la cabeza que ya estaba por reventar. Con algunos espasmos salieron otras tantas gotas, que igual esparcía con su pulgar, por esa sensible parte de mi cuerpo y eventualmente llevaba su pulgar a la boca para disfrutar del ardiente y cristalino líquido.
Estaba tan embelesado con las deliciosas caricias de Valentín que no reparaba de lo que tenía en la entrada trasera de mi cuerpo, una verga que sin conocerla, ya la quería tener dentro de mi caliente recto. Su líquido preeyaculatorio ya era abundante y de muy alta temperatura, aquel desconocido pero muy caliente miembro, estaba deseoso de introducirse en mi humanidad, pero la suave prenda no la dejaba transitar libremente, aunque al fin, algo logró entrar con todo y la mojada tela, cosa más rica!. Muy a mi pesar, le pedí que así dejara las cosas y ambos nos aquietamos en esa posición. Hasta donde habíamos llegado, yo estaba satisfecho y me quedé profundamente dormido.
Valentín me despertó temprano en la mañana con una caliente taza de rico café y que ya estaba listo el almuerzo. Todo el día estuve pensando en lo sucedido y en lo que podría suceder en la noche. Nos había tocado un tramo de mucha maleza y dispuse que todos los ayudantes abrieran brecha, mientras, Valentín propuso llevarme a un estanque de agua termal que conocía ahí cerca. Luego de caminar un rato bajando la ladera llegamos al manantial. Un pequeño ...