1. Nesesitaba dinero


    Fecha: 08/06/2020, Categorías: Jóvenes Tus Relatos Autor: Adaptación316, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... el justo para darme la vuelta y bajarle los pantalones, dejando su verga al aire, tiesa como un mástil, y volví a repetir lo mismo de antes. La faldita tableada cubrió su miembro, que quedó más cerca de un conejito que nunca en su vida y repetí el acto de frotamiento con mi culo. Noté una extraña sensación de excitación mientras sentía su verga húmeda rozarse con mis muslos y mis nalgas a través de las finas braguitas, pero cuando mejor me lo estaba pasando, sucedió algo inesperado por mí: empezó a correrse.
    
    Aunque me retiré apresuradamente, le dio tiempo a soltar tres chorros, uno que me pringó la parte de atrás de las bragas, dejándome el culo empapado, otro que manchó la falda del uniforme por dentro y otro que fue a parar a mi muslo izquierdo, por el cual estuvo goteando un buen rato. Me limpié y me quité las bragas mojadas de semen y me marché bastante enfadada por lo sucedido, aunque lo cierto es que la culpa fue mía.
    
    Cuando llegué a casa, aparte de ponerme unas braguitas y una falda limpias, me lavé a conciencia para no dejar ni rastro de semen. Al día siguiente Cogí mi cartera y me fui a clases de inglés. Para llegar a la academia, cojo el autobús y, normalmente suelo coincidir con otro chico de mi colegio que va a la misma academia. Hoy también hemos coincidido y cuando ha ido a sentarse en los asientos del final, he comprendido que tenía otro trabajito. Allí atrás, nadie podía ver cómo mi mano le pajeaba lentamente. Se corrió poco antes de nuestra parada, y ...
    ... dejó el regalito en el respaldo del asiento.
    Cuando volvía ya de clases de inglés, me he encontrado con otro compañero, el cual me ha pedido que le acompañara a casa para hacerle también a él una paja. La verdad es que ya estaba un poco cansada, pero he aceptado. En su casa estaba su hermano, pero se encontraba hablando por teléfono desde su cuarto, por lo que no nos molestaría en un buen rato. Pasamos directamente a su cuarto y, tras ponerse cómodo, yo comencé a tocarle la verga. Quería acabar cuanto antes, así que me esforcé en exprimirle bien, pero no había manera.
    
    Yo ya estaba cansada de un día tan ajetreado (no es lo normal que haga tantas pajas, pero ha surgido así…) y lo único que quería era que se corriese de una vez. Él estaba sentado al filo de la cama y yo a su lado.
    
    – Acércate, quiero sentir tu aliento en mi polla.
    
    Me soltó de pronto. No sé por qué lo hice, debí haberme olido el pastel, pero no, estaba demasiado cansada como para pensar fríamente. Así que me puse de rodillas en la alfombra y acerqué mi cara a su miembro para que sintiera mi aliento sobre su verga, pero la que sentí fui yo, sentí los disparos de esperma sobre mi cara. Ni siquiera me moví; me quedé paralizada. Una eyaculación me llegó hasta el pelo y se deslizaba por mi frente. En el hoyuelo de mi ojo derecho, se acumulaba otro cuajarón de esperma. De igual forma, según iba goteando hacia abajo, se acumulaba bajo mi nariz, encima del labio superior. Y mi suéter azul marino recibió el resto ...
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