memorias de la mariposa - Relatos Eróticos

memorias de la mariposa

Cuentos de la mariposa –
La hora de la siesta. La casa silenciosa el sol de setiembre saltando sobre los techos de las habitaciones . En mi sillón medio somnolienta trato de que pasen las horas iguales. Sin darme cuenta tal vez por el ocio me llevo una mano hacia mis tetas, acaricio la tela de mi camiseta siento que están erectas. Quito la tela, las dejo libres comienzo a pasar suavemente mis dedos por los pezones, siento un cosquilleo en mi entrepierna, me estoy calentando. Es una buena tarde solitaria para hacerme una paja. Hace tiempo que no me auto complazco. Es una sensación de intimidad de privacidad que va poniendo mis sensaciones al borde del deseo, me quito el short, dejo mis piernas también al aire, descalzo las chinelas, mis pies también están desnudos, el placer de las caricias en las tetas se vuelve más rico, bajo la mano derecha, acaricio mis labios vaginales cubiertos por una fina braga rosada, me la quito, una mano en las tetas erectas y gordas, la otra en los labios de la concha acariciando mi labios gruesos que se mojan , ahora la calentura es más grande, introduzco un dedo en el agujero, busco besarme un ...

... pezón , no llego pero estoy cerca, introduzco otro dedo, me froto con más fuerza, siento placer, cada vez más, apuro las caricias en mi vagina abierta, ahora con las dos manos, aprieto la cola contra el almohadón del sillón grande del living , sintió que estoy cerca del orgasmo, mojo los dedos en mi boca, me rozó el pezón dejándolo mojado, y la otra mano ya con casi todos los dedos está dentro de mi vulva acariciando el clítoris para que explote, estoy cerca, las cosquillas me van tomando los muslos , los dedos de los pies se ponen tensos, los ojos se abren y se cierran, las tetas parecen que van a dar leche, siento el placer cercano, unas caricias más , ahora si aprieto las piernas, no mejor las abro bien, las estiro, me tiemblan, los muslos se ponen más tensos, y empiezo a gemir como una loca, me viene, me viene, ahí está ese es mi orgasmo, rico, divino, me voy en leche, estoy toda mojada, me retuerzo de felicidad divino, me rozo de nuevo los pezones, ahhhh, que rico…. Ahora todo afloja, mis ojos se abren y me parece ver una sombra, alguien que me estuvo mirando mientras me masturbaba, no importa estuvo riquísimo.
La mariposa.