mi chancha negra - Relatos Eróticos

mi chancha negra

Saludos a todos mis amigos zoo que comparten conmigo ese gusto por clavar hembras de la especie que sea, estuve retirado de las redes porque ya casi no quedan paginas donde se puedan comentar cada una de nuestras experiencias, hoy les quiero compartir una de mis aventuras con una hermosa hembra, la cual tiene una vulva que me hizo experimentar lo inimaginable.
En horas de la mañana me desplazaba por unas tierras de propiedad de mis padres, al acercarme a los corrales donde estaban los cerdos, me dieron unas ganas de clavar a una cerda negra que estaba en celo, no tendría problema porque no estaba el cuidador, pero en los corrales estaba muy expuesto. Salí a caminar y mirar por los alrededores que no hubiese nadie, luego con una cuerda y me llevé a la cerda para dentro de la casa aprovechando que son muy mansas, una vez dentro de la casa asee a mi cerda limpiándola muy bien especialmente su vulva, luego le puse comida en un recipiente y esta se puso a comer, me unte una pomada retardante en la polla para evitar eyacular rápido, me quité los pantalones y ropa interior recostándome sobre las ancas de la cerda, lleve mi mano a su raja y me puse a apretársela y sobarla, casi al instante mi polla estaba muy dura, me incorporé ubicándome en sus ancas, levanté la cola de la cerda, le abrí el coño y acomodé mi polla en su vulva quedando escondida la cabeza, la cerda ni siquiera quería moverse, estaba totalmente inmóvil, me recosté nuevamente sobre ella y la abrace para poder ...

... penetrarla, hacia fuerza para clavarla pero estaba apretando su coño, comencé a hacer enviones cada vez más fuertes en la medida que podía sentir que dé a pocos se iba hundiendo mi verga en su chocha, así que hacía más y más presión, de un momento a otro la cerda también hacia enviones hacia atrás simultáneamente abrió un las patas y en un empujón quedó ensartada hasta mis bolas, para mi sorpresa fue ella misma la que terminó metiéndose mi verga, que sensación tan rica, estaba calientica y tenía contracciones seguidas, roncaba muy sutilmente dando leves pasos los cuales también le seguía, comense a bombear con todas mis fuerzas y aceleré todo lo que el animal me permitía, me reclinaba hacia atrás para ver cómo se hundía y salía mi verga, su vulva era gigantesca y sabrosa, mojada, seguí clavándola lo más que pude, la cerda no hizo ninguna señal de rechazo, en cada envión escuchaba los chapuzones que soltaba, después de un buen rato saqué mi pene y como en otras tantas veces me dieron ganas de chuparle la vulva, como estaba limpia no habría problema, así que le metí la lengua unas veces, la volví a tomar por las caderas puse mi verga en su vulva y sin esfuerzo la penetré viendo como mi polla iba y venía, iba y venía, cuando me relajé, la dejé entrar toda y descansé unos minutos en esa posición, retome la culiada que le estaba dando hasta sentir que me iba a venir, luego abracé la cerda me quedó encima de ella, y de un momento a otro sentí como salía chorros de leche en la medida que la ...