1. Adicta al sexo ana


    Fecha: 19/06/2020, Categorías: Anal Tus Relatos Autor: Katrina, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Estaba en una fiesta elegante, una boda en uno de los hoteles más prestigiosos de la capital. Con mi vestido negro súper ajustado, sentada una mesa esperando a mi supuesta "cita a ciegas" que me cuadraron mis primos. Un chico aristócrata vendría a conocerme esa noche en la boda pero ya eran casi las 12 de la medianoche y el no aparecía. Aburrida, y escuchando la agradable música de la orquesta que tocaba, me fui a la pista a bailar sola. Comence a hacer mis mejores movimientos cuanto me percaté en el vocalista de la banda no me quitaba los ojos de encima. Era alto, blanco, de barba tupida y muy sexy. Me dipuse a coquetearle haciendo movimientos sensuales mientas lo veía. Terminó su set y enseguida fue a mi mesa a invitarme un trago en la terraza. Por supuesto que acepte, pero antes de llegar, me empujó contra la pared y me beso de forma hambrienta. Me dijo que te traes conmigo puta? A mí no me vas a dejar así! Dijo mientas metía su mano debajo de mi vestido apretando con fuerza mi vagina haciéndome moja casi instantáneamente. Aquello me enloqueció. Sentía sus dedos penetrandome con fuerza hasta lo más profundo de mi sexo, casi estrujándome. Me llevo así hasta el estacionamiento. Me pego contra un coche y me quito de un tirón mis pantaletas. Yo estaba muda y súper exitada. De pronto sus dedos salieron de mi vagina directo a mi trasero. Uno, dos y tres dedos se sentían estrujando duro mi culo hasta dilatarme. En eso sentí su pene dentro. Comence a gritar de dolor y exitacion. ...
    ... Nunca habían irrumpido así en mi culo y me encantaba. Comence a gemir más y más fuerte mientras me daba aquella impresionantes y fuertes embestidas. Sin más, sentí su semen recorrer mi cuerpo. Se separó de mi, me escupió y se fue. Quede allí atónita, pero apenas recogía mis pantis cuando oí otra voz que preguntaba quién anda ahí? Me asuste. Era el vigilante del estacionamiento. Tenía miedo que me denunciara por aquel acto inmoral. No se preocupe ya me voy señor. Le dije. El se ríe en mi cara y me dice que si no quiero gozar otro rato más. Enseguida esbocé una sonrisa. Aquel hombre sin duda había visto que me retorcía de placer ante el sexo anal, así que me volteo y enseguida comenzó a embestirme suavemente con su pene en mi culo. Los gritos volvieron a mi y lo emocionaron por lo que sus embestidas fueron cada vez más fuertes. Disfrutaba muchísimo hasta que sentí nuevamente aquel chorro caliente deslizándose por mi culo. Me dio un beso en la frente y se fue. Me retiré al baño a limpiarme de todo aquello, pero en el ascensor, otro caballero al parecer también había sido testigo de mis travesuras, y casi sin palabras, detuvo el ascensor. Yo entendí el mensaje. Sin que me lo pidiera me voltee para que tomara lo que quería. Sacó su pene ya erecto y enseguida lo metió de un tirón en mi culo. Debió tener rato observando, porque no tardó nada en llenarme otra vez el culo de leche de forma exagerada. Quizás tenía tiempo acumulando sus ganas. Sin más, me dejo ir. Saliendo del ascensor, ...
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