Laura, mi amiga infiel
Fecha: 03/12/2017,
Categorías:
Hetero
Autor: guarrete25, Fuente: RelatosEróticos
Conocí a Laura una noche en un chat, se presentó como Sonia, enfermera de 33 años. Nos pasamos varias horas charlando, fue divertido aunque llegó a ponerme nervioso por su forma de ser, bastante exigente y desafiante.
Me costó mucho que me dejara verla por webcam pero el segundo día accedió, ella era una mujer alta, 1,80m, era grande en todos los aspectos. 33 años, rubia, bonitos ojos.
Todos los días después de trabajar hablábamos de todo tipo de temas, le gustaba escuchar música, viajar y leer, me confesó tras unos días que su verdadero nombre era Laura y que no era enfermera sino periodista. Poco a poco las conversaciones se fueron calentando y empezamos a hablar de sexo, a ella le encantaba, le gustaba disfrutar y hacer disfrutar. Al poco empezamos a pensar en quedar hasta que un día me dijo que tenía que hablar conmigo:
- Tengo que hablar contigo
- Bueno...ya verás ¿qué pasa?
- No he sido sincera y mereces que lo sea
- ¿Tienes novio?
- Estoy casada
- ¿Y por qué me has estado dando ilusiones?
- Buscaba a alguien en el chat, aunque quiero a mi marido no me hace feliz pero no puedo seguir mintiéndote. No quiero que dejemos de hablar por ello.
La verdad que me defraudó en ese momento, aunque algo sospechaba, sin embargo me atraía y me gustaba hablar con ella, ya había estado con otras chicas con novio así que no iba a dejar que eso me impidiera conocerla, aunque no se lo dije, claro.
Durante un rato se comportó de forma bastante suave ...
... conmigo aunque cuando vió que todo seguía igual, volvió a ser tan desafiante y exigente como antes.
- Te gustaría quedar el fin de semana? - me dijo
- Bueno, qué quieres hacer?
- Me gustaría tomar un café, verte, charlar contigo. Por el centro, a mi casa no podemos ir.
- Bueno, quedamos el viernes por la noche?
- No puedo, mejor el sábado después de comer
Concertamos la cita y quedamos en una transitada plaza del centro de Madrid para pasear y dirigirnos a una cafetería que conocía. Ahí me presenté y la vi, llegué unos minutos tarde y ya estaba esperándome, la reconocí rápido, era muy alta, una larga melena rubia, maquillada con los labios pintados de rojo muy fuerte y un enorme escote. Sólo la había visto una vez y no me había dado cuenta de sus generosos pechos, eran realmente enormes aunque, como dije, ella era grande.
Yo, aunque delgado,soy alto, 1,95m, era más joven que ella, 28 años y me gusta cuidarme.
Me reconoció rápidamente también, y nos saludamos con dos besos y el nerviosismo típico.
La conversación incómoda e insulsa del principio me sorprendió pues me había parecido mucho más lanzada en los días anteriores hablando con ella.
Llegamos rápido a la cafetería, un sitio agradable, con butacas y mesitas así que nos sentamos y poco a poco nos fuimos soltando.
Hablamos más o menos igual que por chat aunque reconozco que buscaba rozarla accidentalmente, un juego que ella siguió y pronto acabamos acariciándonos la mano discretamente y sin ...