El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 2ª parte.
Fecha: 03/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: chichos91, Fuente: SexoSinTabues
... y una vez nos habíamos secado, salimos del baño. Fuimos hacia la sala, ya que allí era donde teníamos esparcida por el suelo y sofás, toda nuestra ropa. Quédate así si quieres, que aquí no va venir nadie, me dijo. Pues así desnudo me quedé. Antes de sentarme en el sofá, fui al bolsillo de la cazadora, para coger el tabaco y mechero, y encender un cigarrillo. ¿De que te gusta la pizza a ti?, me preguntó. Me da lo mismo, le contesté. Elige tú. Se levantó, y fue hacer el pedido por teléfono. Cuando volvió, dijo: en 20 minutos ya las tenemos aquí. He pedido 2 pizzas, de beber, ya tengo en la nevera. ¿Quieres cerveza, o prefieres otra cosa? Cerveza está bien le contesté. Fue a la nevera, y trajo 2 cervezas con 2 vasos. Me pasó una cerveza y un vaso, mientras decía: voy preparar el dinero, para cuando vengan las pizzas. Cuando volvió a la sala, venía con una bata puesta, y el dinero en la mano. Lo dejó sobre la mesita que había, diciendo que se había puesto aquella bata, para no abrir en pelotas, cuando viniera el de las pizzas. Al poco rato ya estaban llamando al timbre; seguro que era el de las pizzas. Se levantó, encaminándose a la puerta, y esperar que subiera el repartidor de las pizzas. Yo estaba escuchando el ruido de las voces, cuando se cerró la puerta, apareciendo él con las pizzas en las manos, y detrás de él, venía otra persona. Tranquilo, quédate como estás, que es un amigo, me dijo. Cuando entró en la sala la otra persona, pude ver que el que había venido, además ...
... del repartidor de las pizzas, no era otro que el viejo de polla descomunal. Bueno, parece que no he venido en buen momento, dijo. Sí, tú siempre eres bienvenido. Ya hemos follado, y ahora íbamos comer, así que si gustas, puedes comer con nosotros. No, yo ya he comido a su hora, no suelo comer a las 5 de la tarde como vosotros, pero si me invitas a una cerveza, sí la bebo, mientras vosotros coméis. Ya sabes donde están, así que sírvete tu mismo, mientras guardo esta bata que me puse para abrirle al de las pizzas. Fue a la cocina, mientras nosotros empezamos a comer un trozo de pizza. Mientras terminábamos de comer, el viejo de polla descomunal, estaba sentado en uno de los sofás, bebiendo una cerveza, y hablando con nosotros. Así que te has liado con el putito que tiene el culito tan rico, eh? Le decía al joven macarrilla. Pues sí, anoche los liamos. Estaba un poquito colocado, y me lo traje con migo, para que no fuese mareado como estaba, a su casa. Como hoy nos hemos levantado tarde, llamó a sus padres, para decir que estaba con unos amigos, y poderse quedar todo el fin de semana. ¡Uy! espero que me dejéis participar de la fiesta, dijo el viejo. Por mi parte no hay problema, soltó el joven macarrilla. ¿Y tú que dices, putito? Levanté los hombros, diciendo que me daba igual. Y que planes tenéis, preguntaba el viejo. Pues nada en particular, iba proponerle ver unas películas de vídeo que tengo. Luego salir a dar una vuelta. Pues si os apetece, podemos ir hasta mi casa de Santa ...