1. LA HISTORIA DE MI VIDA 8. “Padre e Hijo Me Hicieron Suyo En Menos De 24 Horas”


    Fecha: 04/12/2017, Categorías: Gays Autor: Elcoyoludo, Fuente: SexoSinTabues

    ... jajaja…amor…sí, claro. Yo: pues, si, así no duele. Elías: jajaja… eso lo decís solo con William, pero conmigo saber cómo te iría, por más despacio que lo haga. Definitivamente, ese hombre me estaba vacilando, pero de algún modo él tampoco podía dar el primer paso. Todo estaba en mis manos, este era el momento de arriesgar todo. Si fallaba mi relación con William se acabaría, pero si lo lograba tendría un buen macho dándome toda su verga y afecto, o tal vez más. Yo: pues, eso solo sería probando, a ver si es cierto. Eso último fue mi seguro de vida, ya que los machos no les gustan que menosprecien su hombría. Y para variar también puse mi mano en su pierna. Nos miramos fijo a los ojos, mi suegro también miraba mi mano sobre su pierna, ambos estábamos nerviosos, pero yo más, pues si accedía no sabía que escondía su pantalón y ropa interior. Elías: ¿estás seguro? Me preguntó serio. Yo: ¿y usted? Elías: asintió con la cabeza en sí. Vamos a mi cuarto y llámame de tu. Yo: bueno. Nos levantamos de donde estábamos y nos dirigimos a su habitación subiendo los escalones, él iba delante de mí, guiándome a su cuarto donde dormía con su esposa (mi suegra). Llagamos a la puerta de su habitación, abrió y me hizo pasar. Aquella habitación era más grande que las demás, al igual que todas las habitaciones principales de las casas en el mundo. Al centro del cuarto se encontraba una enorme cama con sabanas de ceda limpias, todo estaba ordenado en aquel cuarto y huele bien. Elías: ¿y bien? tu ...
    ... eres el experto. Dijo estando de pie, viendo hacia las cabeceras de la cama. Deje la puerta entre cerrada y me aproxime a él. Puse mi mano en su pecho y me dispuse a besar sus labios rosas, pero cuando estaban mis labios próximos a los suyos, él me evito y volteo su cara. Entendí que su fuerte no son los besos con chicos, pero eso no evito que comenzara a besar su cuello, lo bese como si mi vida se fuera a esfumar, me gusta besar su nuez de adán, es tan varonil y ya que no me lo impedía disfrutaba del momento. Sin embargo, él no hacía nada y solo se dejaba hacer lo que yo hacía hasta el momento. Antes de que se arrepintiera y me dijera que saliéramos del cuarto, sabía que tenía que calentarlo y la mejor manera de calentar a un macho es frotar sus genitales. Mientras besaba su cuello rasurado, baje una de mis manos a su entrepierna y comencé a frotar sus genitales por encima del pantalón; su pantalón no le quedaba muy ajustado, pero podía sentir sus dimensione y son bastante grandes. Su miembro comenzaba a ponerse duro. Deje de besar su cuello y deje de frotar su intimidad, y me disponía a quitarle su camisa. Elías: ¿es necesario quitarme la camisa? Yo: pues, supongo que sí. ¿O no quieres? Elías: bueno, ya que. Él, por si solo se quitó su camisa, dejando al descubierto todo su torso. Su pecho es ancho, en todo su pecho yacía una gruesa capa de pelos negros y rizados, una línea de pelos que bajaba hasta su ombligo y del ombligo hacia abajo un grueso camino de vello, que llevaba ...
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