Both Ways - Capitulo 3 - Relatos Eróticos

Both Ways - Capitulo 3

... esos hipócritas de mi casa-

-¿esa es la razón? ¿Por esa razón, no defendió a su hijo?, se supone que leo es su hijo, debería defenderlo a capa y espada- dije indignada, casi no podía creer lo que esa mujer había dicho

-Leonardo tiene razón al decir que te gusta meterte en la vida, de los demás- dijo leona levantando una ceja, su semblante imperturbable había cambiado a uno de incredulidad – pero no te gusta que se metan en la tuya-

-esto no se trata de mi, ¿Cómo pudo hacerle eso?, si Leonardo estuviera aquí…- dije tratando de hacer entender mi punto, pero la mujer volvió a interrumpirme, esta vez volviendo a su serenidad habitual

-si Leonardo estuviera aquí, entendería lo que hago, porque no es la primera vez- dijo leona –Leonardo ya me había mencionado que tus padres viven lejos y por consiguiente exigen mucho de ti…- dijo a mujer volteando al salón lista para dirigirse hacia allá

-¿Qué viene eso al tema? Mis padres no son asunto suyo- dije indignada

-tampoco mi familia y mis asuntos familiares, lo que hago o dejo de hacer con mi familia, es asunto mío, no tienes derecho a opinar ni a juzgarme por las decisiones que tomo- dijo, la mujer cambiando su tono de voz, pero sin siquiera voltear a verme, en esa frase, me recordó mucho a Leonardo…

-ademas si mis padres me exigen es porque…-

-tus problemas y deficiencias infantiles me importan poco, si quieres hablar de enraizada necesidad de aprobación puedes hacer una cita al consultorio y te atenderé con ...

... gusto, pero hasta entonces, manténgase al margen señorita Johnson – respondió la mujer, la típica respuesta de una psicóloga, con ese tono de autosuficiencia e imperiosidad, como si creyera saberlo todo

Ahora entendía porque Leonardo tenía ese tono de superioridad, nunca he entendido la forma de ser de las personas adineradas, pero esa mujer por la que siempre sentí empatía y respeto ahora mostraba las garras como toda una leona…. Por alguna razón, no le tuve rencor, al contrario, seguía pareciéndome digna de admiración, era una mujer imponente, aunque insultara, no dejaba de ser tan elegante como siempre….

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Eran las ocho de la noche, el partido había concluido hace dos horas, pero Leonardo se había quedado a comer conmigo, preparamos unas hamburguesas y nos las llevamos a la habitación a comer….

-¿quieres salir esta noche?- pregunte

-no, esta noche no estoy de ánimos-dijo Leonardo después de tragar un gran mordisco de su hamburguesa -si quieres ve tu, pero yo solo les aguaría la fiesta-

-no, no tengo ganas, era solo por si tu querías- conteste tratando de parecer lo mas convincente posible

-¿y que vas a hacer?, es difícil imaginarse la vida de Aiden Prince fuera de un estudio o del templo- dijo

-muy gracioso, en realidad pensaba dormir temprano para variar- respondí –tengo sueño….-

Una vez terminamos las hamburguesas volvimos a la habitación, pero Leonardo se sentía incomodo…. Debo admitir que yo me sentía igual, inquieto, sin saber que hacer ...