1. Mi historia con Capi


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Zoofilia Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    Todo comenzó cuando termine mis estudios de preparatoria en aquel pueblo donde decidieron establecerse mis padres y yo decidí continuar con mis estudios universitarios en la ciudad. A mis padres les costaba trabajo dejarme ir sola, ya que soy hija única. Tiempo después cayeron en cuenta que yo podía cuidarme sola y que podría con mis estudios en aquella ciudad, y mi padre fue a llevarme para ayudarme a buscar departamento y con las cosas de la mudanza; cuando terminamos de desempacar mi padre salió, dijo que irla por un regalo para mi y salió, al transcurrir una hora llegó con el mejor regalo que jamás me han dado en la vida, un hermoso cachorro de Gran Danés tipo Boston (negro con el pecho blanco). Mi padre dijo que era para que no estuviera sola, yo quede encantada con la criatura que por nombre le di Capi. Se llegó la tarde y mi padre tenía que partir de regreso al pueblo y Capi y yo le dijimos adiós. Todo era genial con Capi, me fascinaba consentirlo, jugar con el. Alimentarlo, bañarlo e incluso enseñarle trucos, lo cual me fascinaba porque Capi era un chico muy inteligente; lo entrené para que me avisara si tenía hambre (en ese caso me arrastraba su plato color rojo) o si tenía sed (me llevaba su plato azul), si quería salir a dar un paseo (me llevaba su correa) o si quería jugar (me llevaba su pelota u otro juguete). Y claro que me gustaba consentirlo sin dejarlo esperar nada de tiempo. Asi pasaron 2 años de juegos, cariños y aprendizajes, Capi ya era un gran chico (muy ...
    ... grande por cierto). Una ocasión me sorprendió cuando llegue de la escuela y Capi andaba muy inquieto, el solo sonreía y corría de un lado para otro y así duro algunos días, hasta que me pareció muy raro y lo consulte con la veterinaria. La veterinaria me pregunto los datos de Capi y me diagnosticó que Capi necesitaba una novia. Me quedé pensando y pensé que fui muy injusta, en esos dos años yo había tenido relaciones sexuales con algunos chicos, pero nunca había pensado que Capi también necesitaba pareja, me sentí culpable y me dispuse a ayudar a Capi a conseguir una novia. La veterinaria me dio un espray con feromonas de la hembra, por si Capi tenía dificultades, pero el verdadero dilema era conseguirle una novia a Capi. Quería que Capi tuviera pareja, pero no quería una perrita de la calle y no conocía a nadie. Llegamos al departamento y pensé en darle un masaje a Capi (masturbarlo) para que pudiera liberar emociones, pero Capi no cooperaba, el corría de un lado al otro de la sala otra vez, y pensé en el espray y pensé en rociarme un poco las manos, pero accidentalmente me llene en el cabello y el cuello y Capi reacciono inmediatamente, se me pegaba y escuchaba su aliento y de pronto vi que salió su pene grandísimo y me lamia y me empujaba. Yo me asuste muchísimo y me meti al baño y escuchaba del otro lado que Capi jadeaba y rasgaba la puerta. En verdad fue un momento de confusión, no comprendía porque mi Capi quería hacerme eso, pero luego sentí las culpas de nuevo, nunca ...
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