1. Una travesti follandome


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Transexuales Autor: nando4x4, Fuente: xHamster

    ... dame tu dinero, con esto puedo hacerte feliz.Rosalinda cogió los 200 euros y los guardó en la mesita de noche. Luego se acercó hasta mí y comenzó a comerme una oreja y a pellizcarme los pezones. Me susurraba al oido:– Qué calentito estás, no te vayas a correr, papito, que me la tienes que comer bien comida. No llevo bragas y tengo mucha lechita para ti. Quiero estrenar ese culito. Ese culito será siempre mío, mariconcito.Rosalinda me empujó hacia la cama y me tumbó boca arriba. Me abrió la camiseta y comenzó a comerme las tetillas. ¡Qué placer me daba!. Ella iba con una minifalda, con medias negras y ligueros. Se puso de rodillas en la cama, yo seguía tumbado; y mirando cómo se deshacía de la faldita, hasta que apareció una polla de color marrón oscuro, de enormes proporciones, sin circuncidar, que en estado de semierección no medía menos de 20 cms. Las proporciones de la polla de la mulata eran realmente colosales, como nunca había imaginado en mis sueños. Ahora la recuerdo como extasiado, como el que descubre una obra de arte, era una polla que me encantó desde el primer momento.Rosalinda avanzó de rodillas hasta la cabecera de la cama y entonces se puso a mi lado izquierdo y me ofreció su pollón en bandeja.– Venga cariñito, vas a chupar tu primera polla, que te lo tienes merecido, que te lo has ganado, mariconcito. Rosalinda cogía su polla con la mano derecha y me la restregaba por la cara, se echaba el prepucio para atrás y salía un enorme capullo color café con ...
    ... leche, o quizás más rojizo, con el que me daba en la nariz, en la boca. Poco a poco, con esos movimientos, su enorme polla se ponía más dura, yo la notaba como una barra de hierro, pero caliente, y con un olor a macho que me estaba enloqueciendo.Sí, la polla de Rosalinda era majestuosa, imponente, todo un mastil de carne caliente que en su dimensión alcanzaría los 25 cms., y que, descapullada olía fuerte, muy fuerte, como restos de orín y de leche, de dios sabe cuántas corridas, cuántas bocas penetradas, cuántos culos vapuleados. Era también olor a mulato, muy penetrante, olor muy guarro y muy cachondo, que me hizo perder la noción del tiempo y del espacio. Yo sólo quería tener ese olor toda la vida conmigo y esa enorme pollón dándome azotes por todo el cuerpo.– Venga, cariño, a chupar, a chupar. Mira que polla tiene Rosalinda para ti. Te la vas a comer enterita y vas a buscarla todos los días. Uy, uy, qué falta te hacía.Me puse a comer mi primera polla como un poseso. Al principio, apenas me cabía el capullo en la boca, pero luego me llegó a entrar hasta la mitad de su mástil. Y creo que a Rosalinda le estaba gustando. Removía mi lengua como un molinillo, apretaba la punta de mi lengua contra su meato, con fuerza; agarraba el mástil con mi mano derecha y me lo zambullía y lo sacaba, ensalivándolo bien, tanto que tenía la boca echa agua y todo el pecho me chorreaba.Rosalinda llegó a excitarse. Lo noté porque su pollón se puso muy, muy duro, y porque cada vez me trataba con más ...