MADURO, NUEVAS SENSACIONES EN EL SEXO - Relatos Eróticos

MADURO, NUEVAS SENSACIONES EN EL SEXO

... rozones tocamientos y dejadas y volver a empezar con una u otra, hasta que a principio de la madrugada decidimos pasar al salón ya muy excitados todos, lo que al principio podria parecer para nosotros algo mas o menos programado terminó yendose de las manos, dando rienda suelta a muchas mas "locuras" de las que hubiesemos imaginado en un principio. pronto nuestros cuerpos desnudos quedaron por el salon, al principio todos de pie, intercambiando las bocas de ellas con nosotros, pero ya todos pediamos más y sobretodo ellas, en poco tiempo estaban de rodillas, comiendose las tres pollas, entre las dos, los tres en semicirculo y ellas dos en el centro, pasando sus bocas de una a otra polla, de pronto Luisa se salió de él, fue a la pequeña mesa y cogió la copa, pero Ana, a su vez tiró de mi polla buscaba me arrodillara, lo hice, la entendí buscaba le metiera mi polla desde atras, al pronto quedamos todos en otra postura, yo me habia perforado el coño de Ana a estas alturas ya muy jugoso mientras ella le comia la polla a Sergio esta ya de rodillas tambien, al poco se puso Jesus al lado de Sergió, proto estuvo acariciando sus huevos Luisa se habia quedado sentada en el sofá observando, Ana empezaba ya a dar gritos y jadeos teniendo que dejar a veces la polla de sergio y en una de estas, Jesus termino inclinado chupandosela, terminaron moviendose quedando a un lado muy cerca el culo de Jesus de la cara de Ana, esta excitadisima, moviendo sus caderas clavandose mi polla, aunque ...

... sin correrse aun, no dejaba de jadear muy fuerte y en esas ella abrió, la caja del todo vale, yo lo habia visto alguna que otra vez, pero no muy a menudo, cuando ella agarro los muslos de su marido, hasta acercar sus nalgas a su cara comenzó a chupar el culo de su marido, a la vez que era follada por mi mientras este gemia de gusto y devoraba la polla de Sergio, ahora si sentí que le llegaba el gusto a Ana, le proporcioné que aumentara el placer, la agarré de su pelo yo de rodillas alzado totalmente y le dí algun azoté a las vez que ella me respondia con gritos, y su cara cerquisima del culo de su marido, brillate de la saliva de su mujer, Ana paró yo sabía lo que le iba ahora, la revolví su espaldsa quedó sobre la colchoneta ella sabedora de lo que yo buscaba se quedo allí con las piernas totalmente abiertas, yo me senté en la colchoneta mi polla a la altura de su chorreante coño, mi duro glande hinchado se poso humedo sobre su raja la parte superior sobre el clitoris y empecé a frotar muy suavemente, al instante ella empezó a gritar de placer, vi como tantas veces su coño, como se iba muy lentamente llenando de brillo sobre la luz, por como se iba mojando y corriendose ella, en pequeños pero incesantes orgasmos yo metia mi polla en su coño, se la sacaba una y otra vez mojado mi baston volvia a frotarlo y ella a gemir como una perra incapaz de nada mas que "aguantar el martirio", en esos momentos se incroporó, Luisa a nuestro lado observando, miré a Sergio al escuchar unos ...