1. Don Benigno


    Fecha: 06/12/2017, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... lentamente comenzó a bajar su cuerpo y a medida que aun besaba la morena piel de la joven, su boca y lengua se detuvieron sobre los hermosos y parados pezones de la chica, cuando la lengua y boca del hombre comenzaron a chuparlos ella gemía de placer, las manos de Benigno acariciaban todas aquellas partes del cuerpo de Mari que estuvieran a su alcance, pero de forma suave, delicada sin ser brusco ni grosero. Benigno continuó bajando, y por breves momentos se detuvo su lengua sobre el plano vientre de ella, y su lengua la fue introduciendo dentro del ombligo de la mujer de su empleado, para luego continuar bajando al poso, que es como él se refería al coño de las mujeres con quien estaba.
    
    Suavemente fue abriendo las piernas de la muchacha, y antes de que esta se diera cuenta de lo que realmente pasaba, ya el viejo le estaba pasando su lengua por el rosado clítoris de ella, Mari se encontraba sumamente mojada por dentro, sus flujos vaginales la tenían más que lubricada, por lo que se extrañó al sentir esa rara y deliciosa sensación sobre su clítoris, su marido jamás se le había ocurrido hacerle lo que Benigno le estaba haciendo en esos momentos, las manos de Mari se colocaron sobre la plateada cabellera de él, y con pasión desmedida enterraba la cara de Benigno contra su coño una y otra vez, el placer era único a tal grado que alcanzó un grupo de sabrosos orgasmos, sus gemidos eran más bien gritos de placer, en esos momentos Mari disfrutaba de algo nuevo en su vida, que ...
    ... la dejó verdaderamente agotada pero muy contenta y alegre.
    
    Tras esa tremenda mamada que él le dio a ella, se incorporó y la levantó de la mesa atravesando la habitación con ella acurrucada contra su pecho, Benigno se dirigió a su habitación donde colocó a la mujer sobre su cama. Si prisa Benigno se fue quitando su ropa, su cuerpo contrario a lo que algunas personas podían pensar se conservaba atlético y tonificado. De reojo Mari lo vio desnudo y mentalmente lo comparó con su marido, lo único que José tenía a su favor era la juventud, por lo demás Benigno en todo lo superaba con creces. Mari se encontraba deseosa de continuar, de ser follada por ese tío todo poderoso, y así se lo hizo saber de manera inocente. La verga de Benigno de por sí era mucho más grande y gruesa que la de su marido y se observaba como que más dura y erecta. Mari abrió sus piernas deseosa de recibir ese gran pedazo de carne dentro de ella, con suavidad Benigno tomó su verga y comenzó a rozar los labios vaginales de Mari, mientras que ella toda llena de deseo movía sus caderas buscando introducirlo por completo dentro de ella.
    
    Benigno comenzó a introducir su erecto y duro miembro, dentro de la húmeda y lubricada vulva de Mari, la cual suspiraba profundamente, cada vez que centímetro a centímetro él se lo iba metiendo entre sus carnes. Finalmente los dos cuerpos estuvieron en pleno contacto, él le había llegado hasta donde ningún otro hombre había llegado todavía, y ella estaba dándose sin reserva ...
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