Anoche soñé contigo - Cuarta parte
Fecha: 02/07/2017,
Categorías:
Voyerismo
Tabú
Primera Vez
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
Cuarta parte:Y los días pasaron. Y si antes sentían que las vacaciones se les estaban yendo como agua entre los dedos, desde aquella esperanzadora promesa sintieron que el tiempo duraba una eternidad.Cada día se les hacía larguísimo a los dos mozalbetes.—¿Qué paso Chabela? ¿Hoy sí se hace eso?Aquel tipo de preguntas se repetían, día a día, y la chica sólo respondía: “Aguanta”, o “Ten paciencia, no comas ansias”, y se sonreía para sí misma.A veces el mismoToto pensaba, igual que su amigoQuique, queChabela sólo estaba jugando con ellos. Que nunca pasaría nada. Pero, lo que ellos no sabían, es que ella se lo tomaba muy en serio. Tanto que hasta tenía un calendario donde había señalado una serie de días con marcador. Y uno de ellos sería el gran día, o, mejor dicho, la gran noche para los chicos. La noche en que tendrían la oportunidad de ser hombres; por lo menos sexualmente.—Ah, no manches. Yo ya no le creo —le dijo, muy desconfiado, Quique a Toto.—Güey, ¿por qué mentiría? Dijo que esta noche ya seguro. Que luego de que se acostaran tus papás subiéramos a su cuarto.Pese a la incredulidad expuesta, Quique acompañó a Toto a la cita nocturna. La luz estaba encendida; eso podía verse por la hendidura debajo de la puerta. Ambos sintieron vuelcos en el estómago.Toto fue quien tocó.Chabela les abrió.—Hola, pásenle —dijo la chica, conminándolos a entrar a su cuarto.Ella vestía una camiseta ombliguera, que dejaba su abdomen al descubierto, y unos shorts de tela muy delgada que llenaba ...
... con sus voluptuosas carnes, como si tuviera intención de reventarlos.Toto sonrió, mientras que Quique temblaba un poco y sudaba frío. Éste; en su interior; aún temía que aquello pudiera ser una trampa. Se imaginaba que sus padres aparecerían en cualquier momento, quizás advertidos previamente por Chabela.Pese a tales pensamientos, los chicos entraron. Y no se arrepintieron. Los pasos que habían dado para entrar a esa habitación fueron pasos hacia su hombría.—Así que... ¿Quieren ver tetas? —cuestionó Chabela, y se deshizo de la camiseta descubriendo así sus senos bien formados, y prometedores de placeres más allá de lo que la imaginación de aquellos chamacos pudiera concebir.Tomando la mano del nervioso Quique, hizo que tocara su pezón marrón, con las yemas de sus dedos. El impetuoso chamaco por poco se vino al sentir aquella suave textura. Tuvo que contenerse de tal manera que hasta le dolieron los “huevos”.Toto, por su parte; cuando Chabela le llevó la mano de la misma forma que a su amigo; ni tardo ni perezoso aprovechó para sopesar las bien formadas mamas de la muchacha. Ya tenía tiempo que el chico quería saber cómo se sentían aquellas delicias femeninas; sentir su suavidad, su forma y su peso. Y fue algo que le hizo sonreír de tal manera que la chica no se resistió y le plantó un beso.Para retirarse la parte inferior de su ropa, la chica le dio play a su grabadora para que ésta reprodujera la cinta de La Tropicosa, que tenía en su interior.Fue al ritmo de esta música que ...