1. Jonás en Medellín de Intercambio


    Fecha: 06/07/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Jonas, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Esto me sucedió en un intercambio estudiantil en la ciudad de Medellín en un seminario de la universidad conocí a un chico cerca del hotel, después de hablar un rato con Max, me di cuenta que vivía cerca y había empatía, ya que él es pasivo y yo activo, además es mexicano; quedamos a encontrarnos a eso de las 8 de la noche en la recepción del hotel, me dijo que tenía 19 años, eso era lo mejor que me pasaba, par suerte mía unos estudiantes universitarios se encontraban hospedados en el hotel con profesores los cuales eran responsables de estos, así que no iba a ver problema con llevarlo a la habitación sin que nos digan algo.
    
    Entramos al hotel y nos dirigimos  la habitación sin ningún problema, me iba a quitar la ropa y me dijo que no lo hiciera, que él quería hacerlo, me acerqué y empecé a besarlo, sus labios eran muy sensuales y provocativos, luego besar el cuello, y con mis mano le agarre el culo, le quité la polo y se sintió incomodo, era gordito, no se le veía mal le quedaba bien, le comencé a besar los pezones, le mordí el pezón, sabía que le había dolido, exclamó el dolor con su gesto en la cara.
    
    Me subió los brazos y me quitó la polo que tenía, siguió besando mi abdomen mi pecho, mientras que con su mano comenzaba a agarrar mi pinga para sentirla erecta, después me bajo el cierre del pantalón del jeans que tenía, sacó la punta de mi pinga, era como si el deseo de ser penetrado le quito la vergüenza que traía al momento de conocerme.
    
    Sus ojos brillaban, al ver ...
    ... esos 18 centímetros de pinga erecta, grande y gruesa, dijo en un tono alegre, sin pensarlo se la metió a la boca y comenzó a mamarla su mamadera, se la comía toda, pero no podía, sentía que se ahogaba, quería penetrarlo, hacerlo gritar, pero él estaba feliz con mi pinga y no quería quitarle ese momento de felicidad, siguió mamándomela por un lapso de unos 10 minutos seguidos, no sé cómo hice para no venirme, porque bastante bien que me la mamaba. 
    
    Lo levanté del suelo, donde estaba de rodillas mamándomela, le quité la ropa y lo dejé desnudo, tenía un culazo digno de un mexicano y abundante lubricación, estaba excitado con la mamada; lo tiré a la cama, lo besé y en medio del beso le di la vuelta y le comencé a acariciar la espalda, hasta llegar a esa tierna culo, comencé a pasarle la lengua, gemía de placer, después de un rato de darle buena chupada de culo, me pedía que lo penetrara, me puse el condón, puse lubricante, se veía pito, comencé a puntearlo, pero nada que lograba penetrarlo, me dijo que le dolía. 
    
    Le di la vuelta, quedamos de frente los dos, seguimos besándonos para que se le pasara la idea del dolor, con las caricias de lado, volví a poner lubricante en mi pinga, esta vez un poco más, puse lubricante en mi mano y se puse a su culito, abrió las piernas quedando del todo encima de mí, lo puse con las piernas abiertas al hombro para mayor comodidad, lo intenté penetrar y esta vez había entrado la cabeza de mi pinga, me decía que de espacio, le hice caso y me ...
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