Mis pajas y mama - Relatos Eróticos

Mis pajas y mama

No me dejaran mentir, pero muchos le hemos dedicado algunas pajas a nuestra madre.  Yo le dedique muchas, mi madre me excitaba muchisimo, tenia unas piernas preciosas, unas nalgas de campeonato aunque las tetas eran mas bien pequeñas las tenia respingonas.  Ella acostumbraba desde que eramos niños mis hermanos y yo a no andar con tapujos y cuando salia del baño, salia en toalla y se vestía frente a nosotros aunque nos daba la espalda y trataba de mantener la toalla cubriéndola, sin embargo una vez que ponia la ropa interior dejaba caer la tolla y ya se desplazaba por la habitación sin taparse. Yo no perdía detalle, gozaba verla ponerse las medias y los tacones para irse a trabajar, alguna vez e pidió que abrochara el brasiere o subiera el ziper del vestido.
Cuando terminaba el espectáculo yo me iba a mi recamara a jalarmela pensando en ella.
Pero en cierta ocasión, viendo la tv con ella, era viernes y en el canal de pelis había una peli erótica, en ella una mujer se dejaba dedear por un hombre cuyo pene salia del pantalón como una lanza y la mujer lo tomaba con su mano haciéndole una paja deliciosa; eso me calentó mucho, mi verga se ...

... paro como en un segundo, no podía creer que estaba viendo eso con mi madre a un lado, yo tocaba mi verga discretamente y cada vez eran mas mis ganas de sacarla de mi pantalón de pijama.  Me extrañaba que mi madre no dijera cambia eso, pero no quería ni voltear a verla, sin embargo mi curiosidad fue mas y voltee a verla de reojo y vio creí ver que dormía, así que ante mi calentura me la saque discretamente para tocarmela, pero poco a poco fui haciéndolo mas descaradamente y note que los ojos de mi madre estaban entre abiertos, juro que me estaba viendo masturbarme y quizá le dio pena decirme algo, o quizá disfrutaba verme la verga, quizá se calentó porque ademas me pareció ver que apretaba sus piernas, lo que si sé, es que me gire hacia su lado, saque lo mas que pude mi verga dejando que se viera lo mas claramente posible, en ese momento quería ser descubierto por ella.  Me vine delicioso, un chorro grande salpico su bata y quedo ahí sin que yo me atreviera a limpiarla.  Hasta la fecha disfruto ese recuerdo y aunque hubo muchas mas situaciones ricas con ella, esa fue la primera en la que me atreví a masturbarme a menos de 1 metro de distancia.