1. Mi sobrino se convierte en mi juguete CFNM


    Fecha: 24/07/2020, Categorías: Voyerismo Tus Relatos Autor: Tiffany, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... forma normal, pero al llegar a casa, él se desprendía de todo, era un contraste muy agradable y divertido.
    De hecho, esta situación mejoró muchísimo nuestra confianza. Poco a poco las barreras fueron cayendo, al mirar televisión mis 2 hijas se acomodaban a sus costados, el las abrazaba a ambas y ellas le acariciaban el pecho, los abdominales, los muslos e incluso comenzaron a masturbarlo.
    Cierta vez que mis hijas no estaban, Diego y yo llegamos a casa del supermercado. Diego se desnudó por completo como siempre y tenía la polla muy erecta. Luego de una corta conversación estábamos en el sofá y yo masturbándolo y poco después estaba con la falda levantada siendo cogida por Diego, una de las mejores cogidas de mi vida, con un yogurin de 18. Esta situación se repitió varias veces, nosotros solos y terminar cogiendo sin que mis hijas lo sepan.
    Aunque también lo ocultaran, se que ellas también cogían secretamente con Diego. Después de todo como resistirse a coger a un tío de 18 que anda en casa con la polla al aire en todo momento.
    Cierta vez, tuve una reunión en casa con amigas, Diego llegó de la calle, se sorprendió al ver a tantas mujeres en casa y antes que nada lo llamé para que saludase a las chicas y les dije que les tenia una sorpresa, pregunté a Diego si no le molestaba, él sonrió y respondió que no, así que, lo llevé al medio y delante de todas ...
    ... le comencé a desvestir. Le quité la playera, los shorts, tenis y finalmente los bóxers, dejándolo totalmente desnudo con esa enorme polla y esas hermosas bolas colgando. Diego, lejos de inmutarse, disfrutaba mostrándose delante de todas esas mujeres. La tarde se volvió mucha más divertida en torno a Diego y su desnudez y terminó con Diego masturbándose delante de todas.
    Desde ese día, comenzamos a traer visitas a casa, mis hijas traían a sus amigas, compañeras y vecinas, al igual que yo traía a mis amigas, colegas y compañeras. Las visitas eran de todas las edades y obviamente eran solamente visitas femeninas. Y Diego era el que amenizaba la tarde, se desnudaba delante nuestro, y desde luego ninguna de nosotras se desvestía, ni siquiera para coger. Los juegos iban desde un inocente pico con Diego, morderle el pezón, lamerle los huevos, mamársela y definitivamente, la tarde terminaba sorteando a una que cogiera con él en medio de todas. Diego era nuestro juguete y él disfrutaba de serlo.
    Desafortunadamente pasó el año y Diego tuvo que viajar para la capital, una de mis amigas, Rosa, que tiene una casa allí, le ofreció vivienda y privilegios, en donde Diego vive ahora, y venga a saber todo lo que Rosa hace con Diego.
    Definitivamente, Diego viene a casa frecuentemente de visita y nos deleita cada vez con el espectáculo de su cuerpo y un poco de jugueteo. 
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