Mi dulce Anita - Relatos Eróticos

Mi dulce Anita

En esos días yo tenía 27 años alto de ojos claros un poco güero dirían en mi ciudad, algo de pancita pero fuerte, me encontraba rumbo al trabajo cuando por los concurridos camiones me tope con una muchacha de no mas de 20 años, a la cual llamare Anita, Anita era una chica de piel clara casi blanca, unos enormes labios rosados, unas nalguitas no muy grandes, pero si paraditas, pero a falta de un buen trasero unos pechos proporcionados, sus ojos eran de color oscuro con rasgos un poco asiáticos, y cabello de color negro. Al encontrarse algo lleno el camión me coloque detrás de ella que por lo lleno de este no le tomo importancia, con el vaivén de los movimientos del camión mi verga empezó a puntear ese dulce trasero a lo cual si faldita no ayudaba , era firme por lo cual se notaba que hacía ejercicio poniendo mi verga dura como piedra, ella no decía nada simplemente trataba de mantenerse agarrada para no caerse, cuando le toco bajar simplemente miro hacia mi rostro y la despedí con una sonrisa mientras ella tenia roja la cara , quiero creer que de vergüenza o excitación. 
¡¡No podía creer lo que había pasado, pero tenía eso en mi mente todo el tiempo que estuve trabajando, cuando me toco ir de regreso a mi casa, oh sorpresa!! Ella estaba de nuevo pero sentada en uno de los asientos, ella me miro y bajo la mirada, me senté unos lugares atrás y ella volteo a verme, en uno de los movimientos de bajada del camión ella se levantó, pensé que se bajaría y no la vería de nuevo nunca ...

... mas , pero no fe así , ella se sentó a mi lado, sin más que decir me miro a la cara y me dijo tímidamente hola, a lo cual respondí de la misma manera, ella me miro de nuevo y dijo : me ha gustado lo que ha pasado en la mañana me gustaría repetir de nuevo una experiencia así , se notaba que tenía vergüenza pues estaba roja de su cara, le dije espera y o te diré cuando te bajes, esperamos a que muchos bajaran del camión , mientras eso pasaba fui acariciando una de sus piernas discretamente, levantando esa faldita y subiendo cada vez más, ella dijo : no espera así no , nos pueden ver…. A lo cual le dije no tengas miedo relájate, llegue al borde de esos delicados calzones y toque el borde de ellos, en un movimiento rápido acaricie los labios de su vagina a lo cual pelo los ojos y solté una sonrisa, le di mi número de teléfono y le dije si quieres experimentar algo más, hay que estar en contacto, Ella me dijo para ti me llamare Ana y le dije no princesa tu para mi eres Anita.
Pasaban las horas y me sentía muy ansioso, ella no me había mandado ningún mensaje, pues no sabia el suyo, hasta que sonó mi WhatsApp y si era justo ella, me decía: Hola soy Anita nos conocimos el día de hoy, mi corazón latía de la emoción que sentía, le respondí: hola si te recuerdo que bueno que me has regresado el mensaje, ¿cómo te sientes después de lo de hoy? Ella me dijo: eres un idiota mis calzones se mojaron, pero fue algo que no había sentido, como electricidad cuando me tocabas, le pregunte que, si ...