El inicio - Relatos Eróticos

El inicio

... yo asentimos, tomo el teléfono y pidió unas bebidas, y se metió a ducharse, mientras él se duchaba le comente a mi esposo que se veía interesante su bultito debajo de la toalla que si al menos podía verlo y sobre ello decidía si seguíamos o nos retirábamos, él me dijo tienes todo mi apoyo. Mientras él se terminaba de duchar llegaron las bebidas, cuando salió solo con la toalla en la cintura, brindamos por habernos conocido y por la tarde tan agradable hasta ese momento, pensamos que se iba a cambiar por lo que nos dirigimos hacia la otra parte de la habitación, en ese momento cuando se dio vuelta para servir otra ronda de bebidas la toalla se le aflojo y estuvo a punto de caer, la alcanzo a sujetar, para esto las bebidas ya me habían desinhibido lo suficiente así que tome la iniciativa y le dije no te preocupes deja que caiga así puedo ver un poco cual fue mi sorpresa al parecer mis palabras lo excitaron porque ese pequeño bulto que se veía entre sus piernas creció con una velocidad impresionante, ya no era más un pequeño bulto se hizo un bulto de considerables dimensiones, la verdad me dio curiosidad le pedí que se acercara para poder ver su pene y me lleve una muy grata sorpresa, pues no era muy grande, yo creo que lo normal unos 17 o 18 cms pero lo impresionante de su pene era lo grueso que lo tenía toda mi mano lo abarcaba y mis dedos no alcanzaban a tocarse entre ellos, el solo verlo me puso muy húmeda y cuando lo toque ya no hubo marcha atrás quería sentir ese miembro ...

... dentro de mí.

No hubo más palabras la acción comenzó las caricias y los fajes yo aun con mi ropa puesta en algún momento el reclamo y pidió que estuviéramos iguales así que me quite la blusa y mi pantalón de mezclilla quedando solo en ropa interior (era un conjunto blanco que cubría muy bien mi cuerpo pero que medio permitía ver un poco el tesoro que este guardaba, me recostó en la cama y me quito el brasiere, me dio un masajito en mis senos y luego los comenzó a lamer y a chupar durante un buen rato, luego poco a poco se fue bajando a mi cintura, y de ahí hasta mi triangulito del amor, me abrió las piernas y me comenzó a hacer el sexo oral fue delicioso sentir otras manos que me tocaban con muchas ganas y de una forma distinta a como lo hacía mi marido, sentir otra lengua ávida de succionar cada parte de mi cuerpo y mi vagina hasta hacerme venir en un orgasmo pleno de sensaciones nuevas para mí por ser otro quien me las proporcionaba pero lo más candente de todo es que mi marido estaba ahí y asistía en cada pose y ayudaba de vez en vez durante los tocamientos es indescriptible como se siente tener cuatro manos tocándote por todos lados y dos bocas proporcionando tanto placer alternado, en ocasiones una boca en cada pezón, en ocasiones una boca atendiendo mis senos y otra mi cosita. Yo creo que por eso fue ten intenso mi orgasmo.

Pese a ello no hay comparación cuando apunto su pene a la entrada de mi vagina no podía entrar de lo grueso que la tenía y pese a lo lubricada ...