1. Todo por mi nieta


    Fecha: 11/12/2017, Categorías: Sexo con Maduras Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos

    ... comenta me mude del pequeño palacete en que vivía en la calle Serrano del barrio El Viso a un chalet en la calle Mirasierra en el barrio de Majadahonda donde pude criar a mi nieta, lejos del cotorreo de las chismosas que por más alta alcurnia que tuviesen no dejaban de ser chismosas.
    
    A mi nieta la crié como si realmente fuese mi hija, esa hija que no pude criar y a la cual solo había visto en dos ocasiones desde que vine de mi provincia natal.
    
    El tiempo fue pasando y como quien no quiere la cosa, a mis cuarenta años, me encontraba con que aquella a quien llamaba hija se hizo mujer. Ese hecho me marcó mucho ya que, teniendo en cuenta mi pasado y el de mi hija verdadera, y no queriendo que a ella le pasase lo mismo, comencé a acompañarla a cuanta fiesta iba y traté de estar siempre a su lado, aun cuando a los ojos de los otros padres fuese una metida, una mujer que no sabía colocarle límites a su hija, o una madre que no tenía confianza en su descendiente. Lo cierto es que, como si fuese su hermana mayor, concurrí con ella a cuanta fiesta o baile fue y me hice amiga de sus amigas y amigos, a tal nivel que hacían la previa en mi casa y contaban conmigo como con una amiga; para todos, incluso para ella, yo era su madre. La madre piola que todos querían como propia, la madre cariñosa y compañera que le permitía hacer previas en su casa, la madre piola que hacia lo que hacía su hija y que le permitía hacer o que quisiese, casi sin ponerle límites. Si supiesen la verdad, me ...
    ... decía en ocasiones, se morirían de un sincope, por lo cual nunca les dije nada.
    
    Con Carla, así se llamaba mi nieta, compartíamos todo, desde los zapatos hasta las remeras, pasando por los pantalones y las polleras; en muchas ocasiones íbamos juntas a comprar la ropa y comprábamos aquella que nos gustaba a ambas.
    
    A pesar que una y mil veces le dije que no se fijase en chicos y se centrase en estudiar, no me hizo caso, lo cual comprobé el día en que me comentó que había, un chico que le gustaba y quería tener mi opinión sobre si le convenía o no, ya que si bien, era muy buen estudiante era unos cuantos años mayor que ella, y ella no sabía que hacer pues yo siempre le decía que estaba en la edad de estudiar y no de estar de novia. La escuche y me dio pena por lo cual, ablandándose mi corazón le propuse que lo invitase a pasar el fin de semana en casa, ya que así con la excusa de disfrutar de la pileta yo podría evaluarlo y darle mi opinión.
    
    Fue así que ese viernes no hicimos previa, y nos fuimos a dormir bien temprano; el sábado nos levantamos tipo 8 de la mañana, nos bañamos y desayunamos, a eso de las 10 llegó, el chico que tenía, a pesar de usar lentes, un aire de pendenciero, que hizo que no me cayese bien. Dicen que la primera impresión es la que vale, pero… tendría que fumármelo todo el fin de semana para darle a Carla la opinión que me había causado.
    
    Pasamos unas horas en la pileta, luego almorzamos, jugamos con la play y volvimos a la pileta. Facundo, tal era ...
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