1 – 125, 1960: Octubre
Fecha: 08/08/2020,
Categorías:
Gays
Tus Relatos
Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... actitud que pocas veces le había apreciado a su hermana, ella había vuelto a sonreír, en creer más en la vida, inclusive así mojada danzó con su hermano ella tarareando, Luis Alfonso estaba feliz viendo la actitud sincera de su hermana, enhorabuena por ella, una mujer feliz realizada a plenitud, intuía el causante de su alegría e iba más allá con sus pensamientos, no importaba juzgarla ahora si estaba feliz y eso es lo que contaba, la abrazó acompañándola a su habitación, conversaron por largo rato hasta el momento de bajar a cenar, allí estaba el rictus del doctor Pérez sentado en la mesa sin articular palabra, estaba sumido en sus pensamientos, había recibido un anónimo, lo tenía bajo la servilleta, un criado lo había traído, tragó con dificultad en ese momento, una vez terminado de comer se dirigió a las caballerizas, no deseó que su hijo Luis Alfonso lo acompañase, estando en el lugar vio a un hombre ensangrentado, le restregó el papel por el rostro diciéndole lo que sería capaz de hacerle y preguntándole una vez más el nombre de la persona que le entregó ese documento pasquín comprometedor para la integridad del prestante médico y hombre de negocios, el contenido era fuerte de analizar con juicio notable, se decían monstruosidades y ciertos pasajes de su vida, entre ellos, el que era padre de un hijo con aquella secretaria, se enteraba así de una posible paternidad, su hijo salvado de un incendio, sudoroso dio órdenes a que siguieran con la ruda pesquisa, dos latigazos ...
... se impactaron en la espalda del pobre que quedó desfallecido, allí en ese papel levemente se decía de la muerte de la madre de su hija Justin, consideró primero quemarlo pero a consejo de su capataz lo guardó como evidencia legal para hacer un estudio de ese papel y su origen de tránsito, lo que el doctor no midió es que el pobre hombre había desfallecido pero mortalmente, los duros golpes no hicieron que confiese, los ojos de ira del pobre hombre se contrastaban con su seriedad de afirmar que era víctima de un complot, que él no era el mensajero de ese documento, que en verdad estaba en su cuartucho humilde pero que no daba crédito cómo había llegado allí, ya no habrían más aclaraciones, estaba muerto ante tan soberana salvaje paliza, esperaron la noche para que el cuerpo sea clandestinamente enterrado, el mismo doctor con sus cómplices fue testigo de la acción, sólo un candil iluminaba la macabra escena del tétrico lugar, lejos de allí una Agripina se tocaba su vagina cerrando los ojos recordando ese hermosos momento, acudiría mañana y esperaba verlo allí.
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Los ojos de Parcemón se iban abriendo de a poco ante el radiante día que se presentaba, su gesto de pereza se complementaba a través de sus bostezos, luego se sentó en la cama girando para sentarse en el borde viéndose los pies, su piel brillaba ante los vellitos que demostraban el choque de los rayos de luz solar de esa mañana octubrina, era el anteúltimo sábado, agitaba sus pies, se vio el short ajustado ...