1. 3 – 127 1960: Noviembre


    Fecha: 10/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... rostro de la pequeña entre su pecho y cuello, las lágrimas se impregnaban en su camisa, lentamente con los dedos le limpiaba el llanto dejado en el rostro, la mano recia del jinete le acariciaba el brazo a la vez que le besaba el pelo lacio infantil, lo olía con gusto, poco a poco se iba calmando, se aprovechó de ese estado emocional para ganarse más la confianza de la pequeña, “ya, ya, cálmate, ya se fue” ella miraba a su alrededor con los ojos vidriosos “calmadita, camadita, ya, ya, mi pequeña” al decirle eso sus manos recorrían las piernas lo que ella dio cuenta, alzó el vestidito y cuando se disponía a rozar su mano en el calzoncito llevándose la gran sorpresa de sentirlo humedecido, sonrió el jinete ampliamente abrazándola con fuerza, le daba de besos seguidos en el pelo, la mano humedecida que frotó el calzoncito la llevó a la nariz oliéndolo detenidamente, ella vio cómo el dedo del jinete se lo pasaba en la nariz con gran gusto, rió levemente, para el jinete eso era buena señal, la crisis nerviosa había sido superada por Renata, ahora miraba el placer de oler del jinete, la abrazó ajustadamente a su cuerpo rozándole las manos por las piernas consolándola gratamente, ella se dejó estar, vio la mano que se deslizaba por las piernas infantiles, otra vez rodeando el calzoncito e introduciendo el dedo medio rozando la vaginita, ella hizo un leve rictus, el jinete la aferraba más a su cuerpo, el dedo rozaba la entrada de la vaginita, allí sentados abrazados se olían los ...
    ... cuerpos, el jinete mostraba sudor en la frente, era de ansiedad, sacó la mano del calzoncito llevando el dedo a la nariz de la pequeña, le hizo oler de su propia orina impregnada en su calzoncito, “huélete, rico, ¿verdad?” ella miraba la mano que le rozaba la nariz, luego le besó el pelo, ella vio que las manos del jinete acariciaban sus piernas, luego esas manos se deslizaban por los pies sedosos infantiles acariciándolos, deslizando las humildes sandalias, los polvorosos piecitos descubiertos agitaban los deditos, viendo ese movimiento el jinete decía “los tienes lindos” así seguía moviendo las manos hacia el calzoncito deslizándolo por las piernas sacándolo por los pies poniéndolo a un lado diciéndole a Renata “mira, que hermosa cuevita” refiriéndose a su vaginita expuesta, “parece que quiere jugar” el dedo rozaba la entrada, tomó el calzoncito llevándoselo a la cara a olerlo repetidamente, cerraba los ojos oliéndolo, ella sonreía, para eso lo hacía el jinete, ganaba confianza en ella, graciosamente con mimos agradables a la vista de ella así es que fue deslizándose la cremallera, ambos estaban sentados vendo el movimiento de esas manos de cómo liberaba el pene a través de la ranura abotonada del calzoncillo, salió ese pene erecto brilloso, estaba con la venas pronunciadas, así de erecto “míralo, ¿te gusta?” “anda… tócalo” en el rostro de ella se dibujaba un poco de desconfianza “anda… tócalo, es tu amigo” “anda” luego de un corto instante viéndose abierta las piernas así ...
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