1. 6 – 130 1960: Diciembre


    Fecha: 11/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... adolescentes los separó un poco formándose un grupo de tertulia, Ramón respiró hondo, estaba excitado, con la mirada fija en Amaranta, a sus tan sólo once años ya mostraba un cuerpo desarrollado, seguramente lo heredó a su madre se dijo Ramón de sólo verla, era la más pequeña del grupo pero incidía mucho en la conversación, el muchacho que estaba a su lado ya bordeaba los dieciséis años aunque eran de la misma estatura, Ramón sonrió volviéndose a arrimar al auto a fumar mientras veía a los jóvenes a prudente distancia bajo las penumbras del lugar, de a poco uno por uno iba retirándose, tocaba que Amaranta se quedase de nuevo con el muchacho a lo que Ramón intervino tomándola sutilmente del brazo, el muchacho al ver al chófer uniformado preguntó por él a lo que Amaranta le dijo con voz suave y cordial que se trataba del chófer de su padrastro y que seguramente quería conversar con él, eso ella lo interpretó de la severa mirada salida del rictus del rostro del chófer uniformado, cabizbajo el muchacho salió de escena, con las manos entre los bolsillos, lo vieron alejarse y ahora sí con algo de vehemencia el chófer arrimó a la muchacha  sobre la cajuela del auto que conducía, y así, la manoseó, ella trató de zafarse pero él insistió besándole el cuello, “mi amigo te necesita, quiere hacerlo contigo”, “ven, prueba un hombre de verdad”, “anda cariño… pruébame como te gusta y como le gusta a nuestro amigo” refiriéndose con su mirada a la entrepierna donde estaba ese pene vestido ...
    ... abultado, le hizo que pase la mano por allí, ella frotaba a insistencia de Ramón dándole placer, le besó el pelo en repetidas ocasiones sobándole la mano por los brazos, bajando por la espalda al momento en que bajo las sombras la tenía abrazada, fue rozándole los glúteos y pasó por delante del vestido que llevaba puesto “seguramente la tienes mojada a esa cuevita”, ella sonrió, unieron las frentes, “vamos” ella mirándolo expresaba a ojos cerrados “¿a dónde?” Ramón dijo “allá… dónde siempre”  ella abrió los ojos vio la mano extendida del chófer indicando hacia el cuarto aislado junto a la cochera, caminaron hasta allá, furtivamente, la llevó de los hombros, ambos calientes de deseo, forzó la puerta con a llave, entraron, de inmediato vinieron los manoseos y los besos, el amiente era rayado por la luz de luna, “ahora sabrás lo que hace un hombre” la desvistió colocando el vestido con precaución sobre una desarticulada silla limpia, le hizo dar vueltas a esa niña en a que ya tenía vellitos púbicos, así lo mostraba la luz de luna, a pocos pasos de allí Venancio de nueve años y Clotario que tenía quince años, al que le dicen de cariño niño, estaban junto a la mesa de ponches y demás bebidas, aprovechaba Venancio en beber de lo que le facilitaba en silencio para que no lo viesen, el niño gustaba de beber el ponche pero Clotario astutamente le daba champaña, luego de beber continuaba bailando alegremente con las señoritas y niñas, Clotario lo seguía con calma, temía que se cayera pues ...
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