1. 6 – 130 1960: Diciembre


    Fecha: 11/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... el amplio reloj en la sala, como que a veces se distraían y estuvo a punto de mojar con las copas a los invitados, tragó saliva viendo el reloj, o tan lejos de allí, Ramón estaba desnudo frente a la también desnuda Amaranta, lentamente se acostaron sobre esa camilla improvisada, los manoseos se daban y también los besos “es nuestro momento, aprovechémoslo, querida” ella asentía con seguridad, así que levemente ese pene rozaba la vagina, ella gemía levemente, él sentía como ella ese suave roce de genitales, los pequeños pezones se acoplaban al pecho del hombre, la besaba apasionadamente, le puso el dedo en la boca en señal de silencio “tranquila, no te haré si tú no lo quieres, sólo quiero sentirte” así la acariciaba y besaba el cuello, frente y mejillas, los testículos rozaban la vagina, la besaba con lengua, entrelazaban las manos, el pene erecto tieso y grueso se deslizaba por el vientre de la muchacha, estaba deseoso, no cabía duda, ella también, pero sentía temor cuando el glande estaba en la entrada de los labios vaginales, hacía quites, “tranquila, sólo quiero sentirte, la tienes chiquita, tranquila, nomás” los roces siguieron así como también los besos, “no te penetro si no quieres, ¿verdad?” dijo haciendo un alto viéndose en lo posible en esa penumbra a luz de luna, “ahora, date vuelta” se alejó de ella, Amaranta volteó  su cuerpo dando giro de modo que su cara estaba posando sobre esa carpa bien lavada que era el cobertor del auto y estaba ahora puesta por Ramón el ...
    ... chófer para la ocasión, la luz de luna mostraba la silueta de esa espalda, Ramón agitaba su pene, tragaba saliva, fue acercándose lentamente para verla mejor, allí estaba ese traserito lindo, el glande se posó entre los glúteos y el chófer al sentirlo cerró los ojos, luego de inmediato los abrió con el gusto de ver deslizarse el pene entre los glúteos, los testículos hacían lo mismo cuando el glande llegaba a rozar a media espalda de Amaranta, acercó su rostro ala oreja de la muchacha “así te quiero tener siempre, y sé que tú también lo quieres ¿verdad?”, la chica sólo escuchaba, estaba sintiendo aquel roce, “siente esto que es de un hombre de verdad”, mientras, a lo lejos de allí, un presuroso Clotario dejaba charolas en  las mesas trataba de no darse a notar, salió al salón de eventos, vio el reloj, un invitado pidió que le sirva, tembloroso en parte le sirvió la copa, luego vino otro y luego otro, mientras servía miraba el reloj, pensó a que ya era hora, al ver que nadie solicitaba servicio, se retiró tratando de no ser visto, ansiaba llegar a las escaleras, pero antes Elena lo intercepta dejándole en sus manos un par de copas para ser llenadas, ahora ella estaba con una amiga ya con copas en la cabeza, se notaba la alegría reflejada en el rostro, indignado regresó al lugar y miraba el reloj, tragaba saliva, mientras servía se tambaleaba más, su ansiedad le carcomía la paciencia, hasta que por fin sirvió y caminó presuroso a las escaleras, subió tan rápido como pudo con la ...
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