Mi gran y querida maestra sexual 2. - Relatos Eróticos

Mi gran y querida maestra sexual 2.

Buenos continuamos al día, siguiente yo, JC estaba esperando la contra seña para poder abordar en su casa nuevamente, jugando yo, con mi amigo de la vereda, pero muy pendiente para cuando Rebecca, saliera y me diera parte, nosotros somos como ese niño, que nunca dejaremos de ser cuando tenemos un juguete que no encanta imposible de dejar. Teniendo ya dos horas aproximadamente de juego con mis amigos, estaba ansioso de verla nuevamente para empezar con los nuestros y mientras más temprano mejor porque pasábamos más tiempo disfrutando ya estaba como loco, y me pregunta por qué no asomas, mi mira siempre proyectando hacia su puerta y luego dios, que monumento de mujer al pararse en esa puerta, a veces no  creía, lo que me estaba pasando me sentía como hechizado, anonadado de todo como era ella, me preguntaba señor, no puedo creer que yo le allá hecho el amor a esa mujer. Bueno al asomarse por la puerta pasó como unos 20 minutos hasta que acabamos de jugar, luego los chicos, querían ir a la playa, pero que cree que le dije, pues no porque tendría que salir con mi tía, hacer una diligencia donde total era falso, la escusa todo era para estar con Rebecca, y hacer esa cosa maravillosa que Dios, nos dio para satisfacernos, por no me lo van a negar ese el mejor mangar de la vida, huao gracias Dios, por ese privilegio, ella al retirase los chicos para irse a la playa, yo esperaba con ansiedad, y al rato ella entro y dejo la puerta abierta a la mitad esa era la señal. Como todo un ...

... detective observe hacia los lados para ver si no había una chismosa u observador en la vereda, que  siempre los hay a estar dentro de la casa, ya me sentía seguro, y nada como era más o menos aproximadamente la 11:40, a.m, le pregunte porque tardo mucho pero que tal ella, me dijo pasa y vera lo que te hice, a pasar huao hizo un almuerzo, para los dos, cuando vi esa mesa servida, me quede sin palabra y me ofreció una disculpa por lo de ayer, porque estuvimos casi a la misma hora y me fui de su casa creo que como a la 11 y algo de la noche y todo se  no fue en hablar y hacer el amor, ya se puede imaginar cómo estuvo es, demasiado bueno para ver perdido la noción del tiempo, en la mesa Rebecca, había preparado una ensalada con calamares, un batido de fresa y arroz y de postre un quesillo, y me insinuó pero acuérdate que ella será mi mejor postre que has de comerme, y le dije no lo dudo, vamos a ver qué tal está esto, en cada  bocado no dábamos un beso una mano por las piernas y entre otras parte, sin poder evitarlo se me apuesto duro la verga y Rebecca, sin pensarlo se metió de bajo de la mesa y empezó a mamármela la verga, y casi ido como en el espacio huao, avece me sentía como un sueño que nunca acabara, al tener alrededor como de 10 a 12 minutos más o menos la tome de los brazos y la levante para luego yo, empezar a besarle, acariciarla y besar lentamente como ella me había enseñado poco a poco y lentamente, suave hasta llegar a su senos, poco a poco a su ombligo y luego a su ...