1. El chico de la granja


    Fecha: 20/08/2020, Categorías: No Consentido Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Yo 24, recién casado y muy contento. Llegué a trabajar a ese lugar caluroso, rodeado de cerros y un río fresco. Los lugareños me recibieron con mucha amabilidad y me mostraron el lugar para dormir, comer y hasta beber algo refrescante, por ser un sitio cerca de la costa los calores eran fuertes y muy agobiantes. Tanto que mi mujer tuvo que regresar a nuestra casa por tanta calor. Poco a poco me fui dando cuenta de él, que casi vestía con ropas muy grandes y muy desalineado, tal vez 12 o más pero cada que me veía sonreía y no me quitaba su vista. Poco a poco se fue acercando y poniéndose a mi disposición lo cual aproveche para hacer algunos trabajos. Me fui acomodando a gusto en el lugar y por las tardes después de mi trabajo el ya estaba dispuesto a hacer lo que le pidiera.
    Se acostumbro a mis horarios, mi forma de comer y hasta sentirse seguro cuando con mi carro salía algún sitio, pues el me acompañaba. 
    Un día yo estaba muy caliente, el llegó y sonriendo me dijo si quería ir a nadar yo le conteste que si, el era muy frágil la corriente lo arrastraba, tuve que sujetarlo y el abrazarme. Pero no entiendo que pasó el ya no quiso soltarse de mi cuerpo. El agua llegaba a mi pecho casi y la orilla aun estaba lejos. Su boca comenzó a recorrer mi hombro y a besar mi nuca. Solo lo sujete y lo pase al frente de mi cuerpo. 
    Mi pene ...
    ... creció y el noto que yo quería desbordar me. Me cruzó sus piernas a mi alrededor mientras yo frotaba fuertemente mis manos en sus nalgas. Lo lleve a la orilla y allí lo acosté en L arena. Lo mire era un cuerpo muy pequeño y tomarlo me podría salir mal así que lo deje acostado y jadeando.  
    Regresamos, el buscaba como propiciar un nuevo encuentro y terminé dándole de beber mi esperma en el cuarto donde dormía  en varias ocasiones. Nadie sospecho de esto lo ayude a estudiar la secundaria y posteriormente su preparatoria y sólo nos frotabam os nuestros cuerpos hasta corrern os.  El creció con un cuerpo de trabajador en campo super rico. Sus nalgas bien formadas y ese pene grueso y venudo con su cabeza rosada era lo mejor que podía tener a mi alcance y me detenía por temor a ser descubierto. 
    
    Pasaron muchos años como 20 y un día lo volví a encontrar en otro lugar y entonces tuvimos el encuentro más delicioso que jamás imagine. Lo lleve a mi casa y allí en la penumbra nos desnudamos, besamos, mordimos Por fin penetre ese ano apretado y rico hasta vaciar me. Reconoció que fui un buen amigo,  que también era bisexual, y que seguía enamorado de mí. ahora soy yo el que le busco y el es quien no acepta volver a revolcarnos el tiene a su familia y yo la mía. Así que no me queda más de seguir esperando pues el me quiere y yo aun lo deseo 
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