los 30 cm de mi vecino viejo cambiaron mi vida - Relatos Eróticos

los 30 cm de mi vecino viejo cambiaron mi vida

... señor muy educado y a pesar de los años sin sexo él no se ha propasado conmigo, pero sé que en ocasiones se queda mirando mis senos o mi trasero, me pare un momento para ir a la cocina y sentí su mirada en mi cuerpo, él se paró y me siguió  a la cocina pero el espacio era muy pequeño y nuestros cuerpos se rozaban y apretujaban, en un momento el don paso por tras mío y sentí que algo duro me rozaba mis nalgas, Dios era algo duro, grande, eso me encendió más, pero tenía que aguantármela por lo menos hasta mañana en la noche, pero la curiosidad  y el morbo por saber el tamaño del miembro del don  me excitaba más, en un descuido vi como él se agarraba su paquete por encima del pantalón ,  organizo la mesa y nos sentamos a cenar uno frente del otro, el me miraba como queriéndome decir algo rompió el hielo con una pregunta
-¿Cuando  regresa su esposo?
-Mañana por la noche, debo ir a buscarlo al aeropuerto llegan a las 9 debo salir a las 8 para estar ahí cuando lleguen.
-¿y cómo es su esposo, me refiero  físicamente.
-Es alto, fuerte y de color moreno y es muy dulce, lo amo intensamente,
-y tienen hijos?
-no, no me siento preparada para ello, me planifico por un año.
Quise cambiar el tema con una pregunta.
-¿Don Demetrio cuál es su comida favorita?
-mi comida favorita es el sancocho, pero no tengo predilección como de todo.
-A mi me gusta el sancocho también, pero a mi marido no le gusta mucho
Terminamos de cenar y nos sentamos en el sofá, era el momento de poner en ...

... práctica mi plan, cruce mis piernas y la faldita dejaba ver mis muslo casi entero el don se ponía nervioso por segundos, se movía mucho en el sofá como para disimular su nerviosismo, me miraba mi pecho yo me acerque más  y él me dijo
-señorita no debió haber venido a si con poca ropa, usted sabe que tengo mucho sin tener una mujer, debería irse  
Al oír eso me conmovió, sentí que lo estaba excitando, note como su entre piernas se levantaba el pantalón me acerque más hasta  pegarme a él su nerviosismo era mayor, no sabía que hacer opte por acariciarle  la nuca y su cabeza de pelo blanco el don se paró de repente y pude ver aquel bulto que me revelaba un  pene henorme y me dijo.
-señorita no juegue con fuego se puede quemar y no quiero problemas usted es casada con un militar, mejor váyase y no vulva más, por el amor de Dios
La reacción del don me excito más y sin pérdida de tiempo me puse de pies y lo abrace y lo empecé a acariciar esta vez con mucha ganas, el me correspondió pero con una pasión desesperante, parecía un caballo desbocado, su olor a macho me excitaba cada vez más, nuestras bocas se juntaron en un beso lleno de deseos y  lurgiría su lengua buscaba la mía , sus manazas me agarraba por la cintura me jalaba hacia el  yo ardía de deseos y el aún más, me abrió la blusa y mis senos desnudos apuntaban hacia el , son grande pero entre su mano no se vean tan grande ,Dios era grande el placer que me estaban produciendo aquella  manos enorme , su boca subsanaban mis senos ...