La pasión del trópico - Relatos Eróticos

La pasión del trópico

Me encontraba de viaje con fines de estudios en Brasil, pues estaba finalizando mi carrera y había aprovechado una beca de estudio fuera de mi país natal (España). Puesto que la oportunidad se me hacía un sueño y no había salido de España nunca. Siempre fui muy aplicado en mis estudios y la beca la tenía bien merecida con toda humildad. Una vez establecido en el país que me acogía lo primero fue buscar un lugar donde quedarme a vivir, lo ideal era que sea cercano a donde iba a estudiar pero no fue posible ya que no había nada disponible o los que habían no eran del todo de mi agrado. 
Me tuve que oriental con varías personas para saber de hostales disponibles o una que otra casa que pudiera rentar para pasar mi estadía en ese país, al cabo de un tiempo pude dar con una casa que tenía disponible una habitación para estudiantes como yo, la casa era hermosa, de un color azul celeste, rodeada de elegantes y frondosos árboles que le daban esa imagen hogareña y calida, también representaba muy bien lo bonito del trópico, una vez conocido al señor que me iba a rentar la habitación, acordó con uno de los inquilinos que ya vivían allí para que muestre toda la casa. Era un joven muy apuesto de una estatura de un metro ochenta, de piel morena clara, ojos marrones y pelo castaño, con una contextura muscular fornida y bien conservada, se veía a leguas que cuidaba bien de su cuerpo, su nombre era Alan y también era un estudiante precisamente de la misma universidad a la que iba asistir ...

... pero de distinta carrera, El señor propietario de la casa nos dejó y acordó hablar conmigo luego por si me decidía a rentar la habitación, Alan con mucha amabilidad me llevó al interior de la casa para mostrarme todo el lugar y la que iba a ser mi habitación, entramos a las casa, era muy amplia y tenía unos escritorios de estudio que vi muy adecuados para todo los asuntos de la universidad, luego me mostró la cocina, era pequeña pero adecuada para preparar unos que otros platillos, pasamos a las habitaciones específicamente a la habitación de él, me mostró sus cosas ybque le gustaba mucho el fútbol, yo en realidad no le prestaba mucha atención a lo que decía, mas me perdía en su hermosa sonrisa y esos brazos musculosos, luego me mostró la que iba a ser mi habitación era perfecta para mi, bien ventilada y con buena iluminación, el espacio no era mucho en esa habitación pero para descansar y pasar el tiempo que iba a durar allá era adecuada.
Luego pasamos a conocernos mejor Alan y yo, le conté de mi ya que era un joven delgado, de piel caucásica muy pálido y lleno de pecas, mido un metro setenta y cinco y él notaba que me ruborizaba mucho hablando con él. Le pregunté que si habían más personas viviendo en la casa aparte de él y si habían dos personas más una chica y otro joven, pero que no se encontraban en la casa en ese momento, yo aproveché y le marqué al propietario para informarle que iba a rentar la habitación él me dijo que todo estaba perfecto y que podía quedarme esa ...