1. Me rompen el culo en el puerto de Montevideo.


    Fecha: 22/08/2020, Categorías: Gays Tus Relatos Autor: Danisampedro91, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sodomizando, ¡uuuhhh que colita más caliente! 
    
       ¡Oh, Dios! La verga aquella parecía llegarme al estómago, tenía el culo tan abierto y resbaladizo, que la verga había entrado hasta lo más profundo de mis entrañas, y lo había hecho con suma facilidad. 
    
       Me tenía bien abierto de piernas, medio agachado sujetado por el cachalote de estibador que había terminado de cogerme, yo prácticamente de puntillas, abrazándome a la cintura del estibador que me sujetaba como si fuera una yegua dispuesta para la monta del macho.
       Así era como me tenían, como si fuera una yegua, preparada y dispuesta para la copula y ser cubierto por el macho.
    
       Notaba como entraba y salía la polla del estibador, golpeando sus enormes y gordas pelotas mi abierto agujerito, y su pelvis chocar una y otra vez contra mi culo, escuchándose el plof plof plof plof, junto a mis cada vez más fuertes gimoteos, ¡ohhh! ¡ooohhh! ¡ooohhh!
    
       Yo estaba que deliraba, era como si estuviera en trance, cada vez que la polla del estibador golpeaba mi próstata, una corriente de placer recorría todo mi cuerpo. La polla no paraba de gotear y sabía que estaba a punto de desmallarme de tanto placer que estaba sintiendo.
       Pero lo que pasó, fue que mi polla explotó como si fuera un geiser en erupción. Empecé a correrme, gritando que me corría, mientras mi polla no paraba de escupir semen.
    
       ¡Ohhh me corro! ¡ohhh me corro! ¡ooohhh me corro! Gritaba derramando toda mi leche, mientras el estibador seguía montando ...
    ... a su caliente yegua.
    
       Las piernas si antes me temblaban, ahora eran como si tuvieran vida propia, no podían parar. Menos mal que el estibador que me estaba dando por el culo, estaba llegando al clímax, y no tardó nada en empezar a jadear y gritar que se corría.
    ¡Ohhh ooohhh! Me corro, me corro me corro, gritaba dándome las últimas estocadas bien fuertes y profundas.
    
       Noté como su picha palpitaba empezando a eyacular, e iba soltando todo su cargamento de leche dentro de mi caliente y dolorido culito.
    
       Cuando terminó de eyacular y pudo recuperar el resuello, dándome unas palmaditas en el culo, sacó su polla de mi abierto y dolorido culito, pudiendo yo ayudado por el estibador que me sujetaba como si fuera una yegua, preparada para la cópula, erguirme.
    
       Dios, si seguían cogiéndome aquellos hombres, iban a acabar conmigo. Pero no, al parecer los otros estibadores ya habían cogido al más jovencito de los estibadores, y todos estábamos agotados y rendidos.
    
       Justo en ese momento que habíamos terminado, antes de que pudiéramos vestirnos, pasaba justo por delante del andén, un grupo de 3 coreanos que iban para su buque mercante, y que, por supuesto que pudieron vernos a la perfección, viendo como yo estaba completamente desnudo, y los estibadores con sus vergas de fuera. Claramente se dieron de cuenta de lo que allí estábamos haciendo, y que no era otra cosa que estar cogiendo. Además de que pudieron ver como todavía estaban terminando de dar por el culo, el ...