1. 11 – 135 1961: Marzo


    Fecha: 25/08/2020, Categorías: Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... estaba también excitado,  trataba de contenerse, Amarilis miraba en el rostro de su padre esos sentimientos encontrados entre el hacer y no hacer de algo, lentamente la acostó en el catre, allí la dejó descansar, él se sentó en un banco preguntándole si ya estaba bien y ella mientras le respondía se pasaba la mano por la vagina vestida, el hombre vio ese movimientos de manos, como si fuese insinuante, y así mejor salió de ese cuarto humilde yendo al arroyo a seguir bañándose, braceaba y braceaba con la intensidad de quizá tratar de olvidar lo vivido recientemente, era el momento de regresar pero al entrar se sorprendió viendo a Amarilis totalmente desnuda, ella instintivamente quiso vestirse pero la mano fue contenida por Aparicio, le dijo que aún no, que iba a ver ese moretón en la cadera, así, la pasó la mano acariciándole la cadera, acostumbrada a esos hechos de curación de su padre en el que se sentía ese paso de mano mucho más que una simple caricia, se dejó a orden de su padre, Aparicio se acuclilló para verle de mejor forma el moretón, Amarilis vio parte de pene y testículos por  la manga del calzoncillo, las miradas se cruzaron y el campesino vio hacia donde miraba Amarilis, siguió viendo el moretón fue por un ungüento comprado en la botica del pueblo, le puso y la vistió, Amarilis seguía viendo la entrepierna de su padre,  que Aparicio vea a su hija desnuda era natural de costumbre pues desde muy niña años atrás le cambiaba los pañales y siempre la vestía desde que ...
    ... su madre los dejó para hacer vida en la capital, así que ahora Amarilis tenía confianza en su padre y éste también, pasaron las horas, Aparicio notaba que caía otro día sin ver a su hijo, estaba preocupado, su hijo con Andreina, la difunta la hija del patrón Rodolfo Buonanote, Luis era su único hijo varón que le quedaba, arrimado a la pared de madera fumaba el cigarro viendo las estrellas de un cielo de noche algo fresca, aparece Amarilis con un candil donde revoloteaban bichos nocturnos, lo puso en un alto de un trozo de madera, el reflejo de luz mostraba las siluetas de padre e hija, ella posó su cara en la entrepierna del padre, olía el pene sin dejar de notarse, las manos del campesino supuesto padre de Amarilis pasaban por el suave pelo de la pequeña, le sobaba la espalda para de pronto quedarse dormida en su regazo, así como tranquilita que quedaba el campesino la acariciaba más y más, tiempo después ella se fue a la cama y ya en de repente ante un ruido involuntario abrió los ojos diciéndole al padre que no se vaya y se acueste con ella, así lo hizo, acostándose detrás de ella con la pierna sobre la cadera de Amarilis, ella sentía esos roces que le hacía su padre desde muy niña años atrás pero que ahora los interpretaba a su interés de otro modo, las manos del campesino se deslizaban por el brazo y espalda de Amarilis, como siempre lo hacía, pero ahora ese roce de pene en su trasero al que ella colaboraba le hacía pensar en el deseo por hombre y en su mente se dibujaban ...
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