Derecho de conquista
Fecha: 15/12/2017,
Categorías:
Gays
Autor: pompita, Fuente: CuentoRelatos
... descontar algo de aquella gran ventaja que nos iban llevando, nos hacía luchar desesperadamente por evitar que no aumentaran aún más su diferencia ya vergonzosa sobre nosotros, pero aquella nerviosidad en ellas parecía ser como un combustible que mejor las hacía funcionar, y la paliza... crecía todavía más... más... y más!!!
Las jóvenes y hermosas profesoras... reían.
Aquel juego transcurrió de principio a fin en medio de la más ardiente locura desesperada donde nosotros no podíamos contenerlas, y ellas eran como una aplanadora arrollándonos despiadadamente aunque nerviosas siempre y con esa eufórica manera triunfal permanentemente en vilo. Sus risas y carcajadas en la victoria crecientemente monstruosa, aún más encendía nuestras pasiones eróticas sintiéndonos ya perdedores y sabedores de ser... "Lo que iríamos a ser en sus manos": ¡juguete de todas!!!
El final llegó con aquel resultado de triunfal victoria aplastantemente grotesca de ellas sobre nosotros, y sus festejos cargados de risas, gracias y bailes de las siete alzando sus brazos haciéndonos aquellas burlonas morisquetas, nos encendían en un alocado ardor presto a ser devorados por sus haceres.
-"Deberán ahora aguantar las consecuencias, muchachos!" -Riéndose, nos dijeron a modo de consuelo, las profesoras aquellas que reían sin disimulos.
Nos hicieron desnudarnos completamente desnudos, comenzando allí mismo con nuestros encendidos cuerpos donde las erecciones eran despampanante expresión monstruosa de ...
... nuestras eróticas pasiones, para comenzar con sus dedos aquellas torturas de cosquillas sutiles haciéndonos desde gemir, suspirar y aullar, hasta gritar de placer desesperados debiendo tener que someternos a ellas sin derecho a resistirnos, dejándonos hacer en aquella cosa que así había sido establecida y por nosotros aceptada.
Comenzaban ellas entonces, la más insólita orgía continua donde con los siete, hacían lo que querían.
Sobre nuestros hombros paseaban montándonos completamente desnudos... nos hacían cosquillas en los huevos con sus plantas descalzas... nos pajeaban montados y nos hacían saltar la leche pajeándonos con los pies haciéndonos relinchar como si fuésemos caballos como manera cómica de humillarnos y reír haciéndonos eso. Nosotros, encendidos en una ya arrolladora hoguera donde gozábamos sintiéndonos los siete así tan grotescamente avasallados por aquellas mujeres, comenzábamos aquella rara cosa inesperada de gozar lo que nos estaba pasando... lo que nos estaban ellas haciendo. Aquellas profesoras, verdaderamente sabían lo que estaban haciendo!!!
Había comenzado en aquel campamento, la más insólita experiencia sexual en la cual caímos aquellos siete chicos varones, a los pies de aquellas siete chicas que comenzaron a hacer de nosotros, los conejillos de indias de aquel experimento.
Una y otra vez nos hacían eyacular de una y mil maneras... nos manoseaban... nos hacían lamerles desde los pies hasta el culo y la concha y las axilas y tetas y cuerpo ...