Imaginación y osadía ¡todo vale! - Relatos Eróticos

Imaginación y osadía ¡todo vale!

... perdida de tiempo me acosté dándole la espalda como en cucharita, me acerque mí potito y parando mi colita y también levantando una pierna puse mí anito en dirección a su verga y con una mano la dirigí a la entrada de mi hoyito y pegándome bien y haciendo presión y como ya la tenia untado de mi lubricante seminal más mí saliva, siento como empezó a ingresar su enorme cabeza haciéndome pujar de dolor y  me quedé quieto por un instante y retomar aliento y seguir empujando mi culito hacia tras y sentir poco a poco centímetro en centímetro introduciéndose lentamente hasta llegar al fondo y quedar bien pegado a su pelvis, mientras me mordía mis labios de sentir como me destrozaba y partiendo en dos ya que no podía aguantar tenerla mucho rato bien adentro y pujaba de dolor y sentía como mis ojos se quisieran salir, pero eso es lo que quería verme y sentirme así sin importar lo mucho que sufriría y además después del dolor pasajero pasaba a disfrutar y gozar de lo que tanto quiero. Así que de a poco y suavemente comencé hacer movimientos pelvicos y empesar a darme , los saca y mete que cada vez lo hacia con más rapidez y más fuerte hasta que ya ésa enorme anaconda se perdía por completo dentro de lo más profundo de mi interior llegando  al máximo placer infinita que estaba sintiendo y como loco mis movimientos se hacían cada vez más rápidas y con fuerza para sentirme bien penetrado de verdad, ya nada me importaba si se llegara a despertar,  y asumiría las consecuencias, pero no ...

... podía dejar escapar esa hermosa verga que cada vez me hace sentir dichoso mientras la tenía deborandomela. De verdad estaba como una putita bien arrecha y que por esa posición no estaba muy agusto,  asi que me lo saque y sin pensarlo opté por ponerle boca arriba bien derecho para montarlo. Y así lo hice, en esa posición se notaba recién la magnitud de su tamaño y grosor. Entonces decidí montarlo y darle una cabalgada a esa exquisita verga,  me puse abriendo mis piernas frente a él y  agachandome llegué a la punta de su verga y con una mano la mantuve firme y derecho para recibirlo como se merece ésa verga y de un solo senton me la metí totalmente enterita hasta chocar con sus testiculos que sí podía  también me las comía con gusto. Verme así me dio tanto placer y arrechura que como una potra salvaje comencé mí gloriosa cabalgada y con tantos movimientos y estocadas me llegaba tan profundo que era capaz de salice por mi boca, es  un dicho solamente pero en verdad lo quería. Tanto fue mis movimientos que por un momento sentía que por inercia su pelvis de mi padrino hacia movimientos como sí él me lo introducia, ya que por ratos me quedaba quieto a media altura y sentía  sus empujones y sus embestidas, lo cual eso me puso más cachondo y caliente que agachandome busque sus labios para besarlo apasionadamente y le susurraba:: Aquí me tienes padrino como una putita gozando de tu exquisita verga, de bebé me bautizaron con agua bendita y ahora me estás bautizado mí anito con tú semen ...