1. Noche de placer


    Fecha: 04/09/2020, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: Anónimo, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X




    Mi Tía, era una mujer admirable y divertida con quien podía quedarme horas escuchando las anécdotas y noviazgos de su juventud cuando iba de visita con otros parientes a su casa. Con un cuerpo voluptuoso y un rostro que me ponía nervioso y enamorado con verlo. Cuando ya era hora de irnos yo me sentía increíblemente desmotivado y solo. 
    
    Hasta un día en otra de mis visitas,mi madre tuvo una llamada de mi hermano quien se había quedado en casa, diciendole que necesitaba ayuda en algo. Mi madre me dijo que yo me quedara y que ya volvería.
    Yo y mi Tía nos quedamos solos y yo estaba extrañamente feliz, por fin podía tener esas largas y divertidas conversaciones mientras admiraba su hermoso rostro. Y así fue por una hora hasta que había llovido y mi madre llamó por  teléfono a decír que duerma en casa de mi tía, después de la llamada mi Tía se dedicó a alagar mi cuerpo fue extraño pero eso solo me hizo sentirme más atraido a ella. Era el mejor día de mi vida, y al llegar la noche yo estaba caminando hacia el cuarto de invitados, pero... Mi tía me detuvo, dijo que la ventana estaba rota y podría tener frío, así que dormí en su habitación, y al entrar ella cerró la puerta con seguro, no le di mucha importancia y solo me acosté. Ella solo se acostó en calzoncillos y con una camiseta algo pequeña para ...
    ... ella. Los dos estabamos de espaldas mirando a la derecha, y es ahí cuando de pronto ella empieza a acariciar mi pene, cada vez más rápido, no podía reaccionar, ella bajó un poco mi pantalón y empezó a masturbarme con tanta fuerza y rapidez que no pude evitar gemir como loco y masturbarla con mis dedos de arriba hacia abajo mientras chupaba y acariciaba sus suaves senos! Ella me abrazaba y chupaba con sus mojados labios mi cuello y aunque mi prima y mi primo estuvieran durmiendo frente a la habitación no nos importaba gemir lo que queramos. Yo no podía más, pero ver su hermoso rostro con sus mojados labios sudando de placer... Quería estar dentro de ella, así que la abracé y movía mis caderas mientras juntabamos y moviamos nuestras lenguas. Ella se puso en 4 piernas y pude ver su excitante espalda y su gran trasero moviendose de adelante hacia atrás, luego bajé hacia su vagina y lamí su clitoris como pude mientras  ella agarraba mi desordenado cabello y apretaba mi cabeza...Hasta que los dos no podíamos mas y nos corrimos con tanta pasión que soltamos gemidos tan altos que tuvimos que vestirnos rapido en caso de que alguien venga...
    
    En fin, al otro día todo andaba con normalidad, yo me despedí de mi tía y desde entonces la visitaba muy seguido y llegabamos a intentar cosas nuevas cada noche... 
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