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Mi sobrina consentida
Fecha: 16/12/2017, Categorías: Anal Autor: un tío, Fuente: CuentoRelatos
A mi edad pensé que todo lo había experimentado... a mis casi 50 años. Mi matrimonio lucía disminuido por la rutina, mis hijos casi grandes y realizados y mi matrimonio sumido en una monotonía me había llevado a vivir casi sin motivación alguna. Después de unos meses tuve la visita en casa de Carla, mi sobrina, separada hacía meses y con dos hijos a cargo, compromiso fuerte que la obligaba a estar trabajando casi todo el día. Por vez primera me fije en ella sus enormes senos y su cadera ancha a pesar de no ser alta le daban presencia... -¡hola como están! -Entró saludando... Fue hacía a mí y la recibí con un abrazo fuerte, sus grandes senos los sentí contra mi pecho. -Hola como estas? No hay nadie pero si no han comido… Sus grandes ojos se clavaron en mí, sentí un piquete en mi estómago. -Ya... ya comimos... Venía a pasar un tiempo y que estos se distrajeran en el parque... ¿no está Marcos? -preguntó. Marcos, mi hijo, era el más pequeño... -Anda en el parque, déjalos ir. Vendrá más tarde, así que si quieres vamos con ellos o nos quedamos... -Ella replico... -no, no... Que vayan estoy cansada y mejor me relajo un poco... Los mando, les dio tres horas... Se instaló en el sillón y me senté frente suyo... Por varios minutos platicamos de familia, hasta que toqué el tema... -Y tu marido no te visita? -No para nada. Mejor así. Aunque estoy sola no me hace falta... -Eso de no te hace falta es mentira... la mujer siempre ocupa del hombre ...
... Jajaja -Sonrió. -tienes razón creo que para la cama... Sólo para eso. La mire fijamente y le pregunté... -Ocupas ahora? -Ashhh tío... Que pregunta... La mire su color cambió. Y su mirada brillo y seguí... -Cuanto hace que no vas a la cama? -Me miró fijamente y me contesto: -Hace 2 años... Sus labios temblaban, mi mirada se clavó en sus piernas, su vestido de seda subió arriba de sus rodillas, los blancos y torneados y duros muslos quedaron al descubierto... Me aproxime y le di una cerveza... -Toma... te relajará… -su mano temblorosa tomó la lata y su mirada se clavó una vez más en mi... Sentí que mi bulto entre las inglés crecía y me senté nuevamente. Al reclinarse y colocar la lata sobre el lateral del mueble, su vestido subió aún más... los muslos perfectos estaban a mi merced... y decidí atacar... -Mira nena te quiero mucho, eres mi consentida lo sabes. Me levanté y dándole las manos la atraje hacia a mí. Ella se levantó rápidamente y me abrazo solloza... -no aguanto... no aguanto!! La abrace con fuerza apretando su cintura contra mi sus pechos firmes y duros taladraban mi tórax, mi verga casi quedaba entre la pelvis de ella... Nora la sintió y se pegó más a mí, separando las piernas metí una entré los muslos de ella, el roce era perfecto. El abrazo se prolongó y no pude más que comenzar a mover mi pelvis sobre la de ella... Nora levanto su vista y me miro... oh!... Sin más baje las manos y le tome las amplias nalgas... ella me beso ...