primera vez a Lucia - Relatos Eróticos

primera vez a Lucia

Conocí a Lucy a sus dieciséis apenas cumplidos. Yo vivía Madrid por motivos de estudios y  rentaba una habitación. El dueño de casa tenía una hija llamada Lucy, chica delgada, cabellos largos y lisos, 1.60 de estatura, hermoso cuerpo terminando de formarse con quien nos hicimos amigos y luego empezamos a coquetear. Con algunas semanas después empezamos a salir a  sitios como el mercado, a dar alguna vuelta, etc.
De a poco nos dimos nuestro primer beso y luego de eso cambio la relación, era más coqueta y aunque oficialmente no había pedido ser mi novia ella lo consideraba así.
El padre de Ana a fin de obtener dinero de las rentas había adecuado la sala en su dormitorio y Ana tenía su cama en la misma sala. Una noche estaba mirando la tv con el dueño de casa, él acostado en su cama y yo en la cama de Ana. En eso llega Ana y luego de saludar y todo se sienta a ver la Tv con  nosotros, al rato el padre cansado del trabajo se quedó dormido.
Lucy se acuesta en la cama atrás de mi y me abrazó, yo en cambio empecé a acariciarla y poco a poco fui metiendo mi mano en sus pechos, sus nalgas y luego en sus pantalones hasta tocar su conchita. Ambos estábamos nerviosos de que su padre despertara aunque en esos momentos él roncaba y bueno continuamos con las caricias hasta que le metí un dedo en su vagina.
Ella estaba excitadísima, su concha estaba muy mojada y yo obviamente con mi pene demasiado erecto pero no me atrevía a nada ...

... más que juguetear en la conchita de Lucy.
Al día siguiente como todos los días su padre salió muy temprano al trabajo y Lucy que debía irse al instituto no se había ido. Así que apenas saliendo su padre ella viene mi habitación y vaya beso que me dio. Sin pensarlo dos veces la metí a la cama, baje su pijama y completamente desnuda empecé a acariciarla y llenarla de besos mientras mis manos acariciaban su conchita. Lucy estaba muy nerviosa, pero lo deseaba.
Yo que andaba un par de meses sin acción lo tenía como un palo. Luego del calentamiento despacio fui colocando mi pene en su concha y empecé a explorar sus entrañas vírgenes. Ella se asustó y me empujo como poniendo resistencia… me dijo que era virgen y me pregunto si estaba seguro de lo que hacía y que eso puede traer consecuencias. En ese momento que estaba muy caliente uno no piensa en las consecuencias y a todo le dije que si.
Fue maravilloso como esa vez Lucy me entregó su virginidad, ella cerraba sus ojos en cada embestida, un poco de lágrimas y gemidos de dolor,  su conchita apretadita ardía. Después de  varios  minutos finalmente terminé llenando su conchita de semen. Luego de eso nos vestimos porque una de sus hermanas no tardaba en llegar, había sangre en la cama, al verlo nuevamente se puso a llorar.
A partir de aquella vez todas las mañanas cuando salía su padre al trabajo me metia en su cama y fue asi que ella se volvió mi mujer hasta la actualidad.