1. 17 – 141, 1961: Junio


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... sentar sobre la sábana de la cama dejando la mancha de evidencia del sexo hecho “ven” le abrió de piernas y le agitó el pene poniéndolo erecto, abrió la boca llevándoselo a la cavidad bucal, Venancio suspiraba, entraba y salía ensalivado “ahora métemelo”, Luciano se puso de pecho en la cama encorvándose en posición perrito, las manos de Venancio abrían los glúteos y por allí el pene se deslizaba en el trasero, mordía los labios sintiendo aquello hasta que un fluido leve salió de su pene, se apartó agitándolo a mirada de Luciano, el pequeño pendejo se pasó papel por el trasero y el pene, se limpiaron con el agua contenida en un recipiente, se miraron fijamente “¿volverás luego?” exclamó con nostalgia “mira que te necesito” Venancio lo miraba con fijación “fue maravilloso lo que hicimos… siempre lo será” Venancio no articulaba palabra, sólo asentía, le dejó la inquietud a Luciano, “te esperaré aquí siempre… no me defraudes” Venancio no le dijo absolutamente nada, al salir de la casa de Venancio fue a dar un recorrido por la casa de enfrente, aquella casa donde parte de su niñez había vivido antes de ir  a vivir a la casona de su padre Squeo, se arribó al árbol, a su alrededor algunos personajes correteaban jugando a los caballitos, recordaba lo que hizo años atrás en ese lugar, atisbó por las ventanas, los curtos vacíos, suspiró de sólo recordar lo feliz que fue allí, se montó en su bicicleta y cordialmente se despidió de Luciano, lo que los amantes no daban por enterado ...
    ... acerca de la presencia de una persona que los fisgoneaba y tomaba notas de lo ocurrido, para esos datos de su seguimiento a Venancio sean entregados a un hombre muy influyente del país de la canela.  
    
    Las zanjas y trochas hechas por las retroexcavadoras sobre la tierra fértil para hacer reservorios y canales de riegos en las bananeras aledañas daba lugar a juegos entre los muchachos del sector agrícola, correteaban por los lugares, muchos de ellos muy humildes anhelaban ser como aquellos operarios de esas maquinarias de construcción vial y acuífera,  los muchachos se subían a las cabinas a presenciar ese manejo de palancas y quedaban maravillados viendo la extracción de la tierra, entre ellos se encontraba Parcemón y Daniel Adrián que habían hecho amigos de los operadores y auxiliares, cuando quedaban las máquinas sin operar se sentaban delante de las palancas para imitar a los expertos mayores operadores, los dos traviesos operaban las palancas en una máquina grande, el hijo de indígenas estaba atento en las maniobras, se maravillaba estar sentado jugando en esa máquina, Parcemón estaba detrás con las manos apoyadas en su amigo, tenía el pene erecto que lo rozaba en la espalda de Daniel Adrián, las manos pasaban a acariciar el cuello y de a poco bajó el rostro hacia la cabeza apoyándose en el cabello, lo olía cerrando los ojos, le salió decir en voz baja “que rico huele” pero Daniel Adrián no daba cuenta pues seguía manipulando las palancas, las manos pasaron a rozar los ...
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