1. 17 – 141, 1961: Junio


    Fecha: 13/09/2020, Categorías: Tus Relatos Autor: S. Jackson, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    ... comprobó que ese ano aún era virgen igual que el pene, ya no quiso continuar, sin palabras fue donde había dejado su ropa y se limpió con ella, le ayudó a vestirse a su amigo, ambos muchachos salían de esa tupida vegetación, continuaron de regreso a casa usando infructuosamente sus resorteras al intento de cazar aves, vieron una serpiente deslizarse por el piso “es el diablo” dijo Parcemón al asustado y sorprendido Daniel Adrián, corrieron lo más que pudieron a la plantación donde sus madres los esperaban, jugaron un rato con el balón, en eso llega Emigdio en su jeep en compañía de los pares de Parcemón y Daniel Adrián, fue recibido de buena forma por las mujeres vecinas en esos cuartos de la plantación, el capataz invitó a pasar al cuarto al patrón, seguido del ayudante indígena padre de Daniel Adrián, desde la ventana Emigdio miraba fijamente a Daniel Adrián que se jalaba la tela de su short con restos de arena que no se registraba en ese sector sino en el bosque, supuso que allí estarían jugando, insistentemente Daniel Adrián se manoseaba el trasero, vio la mirada de complicidad de Parcemón al verle lo que Daniel Adrián hacía y él correspondía socarronamente con estirarse el pene, en un momento Parcemón estuvo detrás de Daniel Adrián abrazándole y moviendo la cadera, en otra acción Emigdio vio caer a los dos al suelo, Parcemón acostado sobre el cuerpo de Daniel Adrián que quedaba quietecito y de esa forma así alzaba y bajaba la cadera en insinuante movimiento sexual, ...
    ... Emigdio tragó saliva, su mirar fue desviado por la madre de Parcemón que coquetamente lo atraída con su atención, esos senos prominentes  de la esbelta mujer lo llevaban a la atención máxima, aceptaba sus cortesías, no era para menos, él era el encargado de llevar esa estancia a órdenes de su jefe, giró para verlos jugar pero habían desaparecido de su mirada, rato después entre las plantas y el monte alto y a mucha distancia de esos cuartos del capataz Parcemón estaba acostado sobre Daniel Adrián con sus shorts a las rodillas haciéndose movimientos de caderas, el balón quedaba cerca del lado de esos cuerpos desnudos como mudo testigo.
    
    En la estancia Pérez se encontraba sentado Luis Alfonso a la espera de la llegada de su hermana desde la capital, el muchacho tenía mucha afinidad con su hermana, pero resultó su sorpresa ser mayor al momento de ver acercarse por el portón principal de la estancia un auto muy conocido, su respiración comenzó a acelerar y agitarse emocionado, dejó de pelar la naranja que deseaba comer, se puso en pie moviendo sus manos en la tela de su short limpiándose los restos del zumo de la corteza, el auto se estaciona en su delante detrás estaba la puerta de entrada a la casona campestre, un par de peones se acercaron para llevar las maletas dentro, Luis Alfonso se estrechó de manos con su cuñado Nicolás, se vieron fijamente y se dieron un abrazo que duró segundos nomás suficientes para decirle Nicolás al muchacho en he oído “vine por ti… te extraño” a Luis ...