1. Me doy el gusto con Naty


    Fecha: 16/12/2017, Categorías: Hetero Autor: beto69, Fuente: CuentoRelatos

    Realmente era lindísima. Menudita, flaquita, piel morena, bonita cara de nena, pelo negro hasta la cintura, nariz chiquita, ojos marrones grandes, boca pequeña de labios carnosos.
    
    Me recibió en su departamento vestida con un baby doll negro, corpiño y tanga, arriba de tacos aguja. Al acercarse para darme un beso se le abrió un poco la prenda y le miré las tetas. Eran preciosas, duritas, con pezones paraditos.
    
    Me tomo de la mano y llevó hasta un sillón. Al sentarme, ya tenía la pija dura. Naty se sentó a mi lado y puso su mano en el bulto, al mismo tiempo que me besó. Busqué con mis manos y boca sus tetas.
    
    —Esperá…, no te apurés, tengo mucho para darte… Pero primero voy a traer un vino para brindar -dijo.
    
    Al levantarse y caminar seductoramente hacia la cocina contemplé su cola. Era para delirar: levantada, firme, redonda. Todo su cuerpo era maravilloso, la chica más hermosa con la que había estado un hombre de 48 años.
    
    Una preciosa trans, de 20 años.
    
    La había conocido por Facebook dos meses atrás. En la tercera charla me mandó fotos de ella, desnuda. Yo le envié las mías, y dijo que le encantaba mi pija grande, de hombre maduro. Le conté que deseaba estar con una trans, para sentirla como mujer con pija.
    
    Y estaba en su casa. Naty regresó, se acomodó junto a mí y brindamos. Tras un trago, busco mi boca y comenzó a besarme. ¡Fue impresionante! Entre su aliento dulce, lengua recorriendo paladar, encías; dientes mordiendo mis labios y lengua, maravilloso ...
    ... modo, me excitaron al máximo. Ella tocó mi bulto, abrió mi bragueta y saltó mi pija.
    
    —¡Qué lindo pedazo! –exclamó. Y se agachó para tragársela.
    
    Toda su habilidad besando se trasladó a mi pene.
    
    Al advertir que estaba cerca de acabar, la aparté.
    
    —Nena, quiero verte, completa… Acordate lo que te conté… -sostuve.
    
    En nuestras largas charlas por internet le había confesado mi deseo de coger con una transexual como ella: linda, jovencita, delgada, femenina en todo, pero con pija. Naty me preguntó si ya había probado o me masturbado mirando trans. En lo primero dije no, y por lo segundo, muchas veces. Al requerirme como me pajeaba, le describí que usaba todas las variantes, entre las que prefería ponerme tangas, embardunarme con aceite desde el ombligo hasta las rodillas, sentarme sobre zanahorias, comerme las acabadas.
    
    Desde entonces, me mandó cinco videos, tres pajeándose por el culo y pija, y dos cogiendo. Además de disfrutar a la preciosa Naty, deliraba con su verga: larga, gorda, con bolas depiladas.
    
    —Me acuerdo, y de tu rica pija, que me ibas a coger y comerme mi pedazo… ¿Seguís queriendo lo mismo? – preguntó la pendeja.
    
    —Si mi amor…
    
    Naty giró su cuerpito para mostrarme su colita sabrosa y moverla, a treinta centímetros de mi rostro. Sin doblar las rodillas, la putita se agachó, y lentamente fue bajándose la tanguita. Entonces admiré como el hermoso culito continuaba en una bonita poronga.
    
    —Si te gusta, demostralo… -susurró la nena.
    
    Empecé lamiendo ...
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