El chico que se volvió mi mejor amigo y amor - Relatos Eróticos

El chico que se volvió mi mejor amigo y amor

Yo, Estaban, era un chico muy introvertido, pocos amigos, debido a que era muy sobre protegido, algo callado y poco interesante. En ese entonces yo estaba apenas llegando a los quince, cuando salía en bicicleta a hacer las compras en una abarroteria cercana a mi casa, cuando un chico con un par de años menor que yo, llamado Carlos se me acercó a hablar, era muy entron y hablaba mucho, él es de un color muy bronceado y mezcla de múltiples razas, que le daba un tono de piel único y hermoso, simpático de cara, contextura normal, yo blanco, delgado, facciones finas. Desde ese primer momento, nos caímos muy bien, él venía a mi casa, salíamos a manejar bicicleta, y empezamos a pasar mucho tiempo juntos, ya que él era mi único amigo en toda la barriada. 
Me llevó a su casa, y su madre me amó enseguida por lo "buena influencia que yo podía ser para él". Así pasó algún tiempo, tal vez 1 año, cuando ya yo me pasaba hasta tarde en la noche con él, jugando video juegos, juegos de mesa y hasta le explicaba algunas de sus tareas. Una de esas noches, nos empezaron a dejar solos en la sala, y se nos ocurre jugar cartas, y me propone que él perdedor cumpla un reto que le ponga él otro.  Jugamos y perdí, su primer reto fue que me tomara un vaso grande de agua. Se fueron dando algunos otros hasta que ya no sabía cuál ponerme, se queda pensando y me me hace una sonrisa pícara, yo me estaba imaginando algo que ya me estaba dejando un poco caliente, y le digo: ni se te ocurra, y me dice Carlos: ...

... ¿Que estás pensando? Te iba a poner a besarme los pies... Y yo riendo le digo, qué alivio, pensé que me iba a decir que te besara otra cosa. Eso fue todo para que él cambiará de opinión, en seguida y sin pena, se bajó su short con el que jugaba fútbol, y me sentí tan excitado, pero haciéndome el difícil, le digo, no estás hablando en serio, y su respuesta fue: metetelo en la boca, y yo con pena y vergüenza, por ser la primera vez que veía otro pene distinto al mío, y por lo excitado que estaba, me metí tímidamente el pene de mi amigo a la boca, que de hecho, él no estaba excitado, pero disfruté muchísimo, y contó hasta cinco y seguimos en el juego, a la siguiente quise perder, y me volvió a decir lo mismo, se bajó el short nuevamente y me dijo: esta vez será hasta que yo lo diga, su pene no era muy grande, porque Carlos apenas se estaba desarrollando, pero esta segunda vez, si empecé a sentir como crecía y se ponía dura dentro de mi boca. Nos empezó a gustar mucho ese juego, hasta que lo hacíamos luego sin necesidad de juego. Lo hacíamls cada vez que queria y se le antojaba. Nos volvimos muy unidos, él venía a casa cada vez que me dejaban sólo, nos bañamos juntos, dormíamos desnudos, etc. Hasta que un día me propuso quedarme a dormir, lo recuerdo como algo tan hermoso, donde él no durmió de la emoción, intentaba estúpidamente besarme, y abrazarme mientras dormía. Pasó algún tiempo, tal vez 2 años cuando yo ya tenía cerca de 17 y él estaba por cumplir los 15 Una de esas veces, ...