Una noche antes de irme a trabajar a casa de Tia Elena (parte 3) - Relatos Eróticos

Una noche antes de irme a trabajar a casa de Tia Elena (parte 3)

Tratar de dormir después de lo que había pasado era casi imposible, Así que decidí dedicarme un tiempo para mi. Dormía en ropa ligera, una playera de licra pegadita y boxer. Cerré los ojos y podía imaginar a la Tía Elena incada, menenandomela y recordar el olor de su ropa interior hacia que me moviera con frenesí de arriba hacia abajo, lo hacia con movimientos bruscos y torpes, como ella lo había hecho. Y la apretaba tantito para imaginar que la penetraba, le deje caer saliva mía e incremente la velocidad. Al imaginar que le mordía el clítoris a la tía Elena me vacié, los espasmos me hicieron arquear la espalda y sentir calambre en los pies. Pero no era suficiente, seguía empalmado creo que eran los nervios y las ansias de poder tener a tan suculenta hembra. No era la primera vez que me masturbaba y mucho menos la primera vez que tendría relaciones sexuales, pero si la primera vez que lo haría con una mujer tantos años mayor, 2 amigas de mis hermanas, unas primas y las vecinas que se llevaban 1 años entre ellas era mi haber en el amor. frete mi glande con la palma de mi mano, lo hacia en movimientos circulares, era tan placentero y estaba ...

... tan arrepentido de no haberme traido conmigo la prenda que tanto placer a mi olfato me daba, en ese momento se me ocurrió que, tal vez podria empezar con una buena mamada y luego ver a la Tía Elena masturbarse, fantasee como seria nuestro encuentro. "La imagine incada, pero esta vez sosteniendo mi pene desde la punta y pasandole la lengua dese los huevos hasta el glande" -tome mi pene fuertemente y comencé a subir y bajar el pellejo- Acto seguido se me presento otra visión, "ella en 4, mirando hacia atrás, con cara de puta" . Los ojos se me pusieron en blanco, la electricidad fue mas intensa, el hormigueo en la planta de los pies, esta vez subía hasta mis testículos y sentía como apretaba las nalgas, cerré los ojos y me inundo el olor del cachetero de encaje blanco, que tenia un olor tan delicioso a sudor, a flojos y a orina. Me vine, esta vez me dolió un poco al eyacular, como si hubiera grupos o algo así, me dolía entre los huevos y el ano. Me recompuse y me limpie y me quede profundamente dormido. Si algo no les gusta, porfa que sea por medio de mensajes personales, si son aplausos son buen recibidos jejeje ya se, suena presuntuoso. Saludos.