La chica del Instituto (1) - Relatos Eróticos

La chica del Instituto (1)

... huevos, yo estaba apunto de venirme después de más de cnco minutos con esta situación, ella se percató e intenté decirselo y me dice correte encima mía, hazme sentir tú fuerza en mi cuerpo y así fue desde la cara hasta el ombrigo estaba perdida de leche, joder que corrida fue impresionante, ella lo agradeció mucho y me contó todo el rollo de la biblioteca que era un cuento que desde que me vio quería estar conmigo y la verdad yo soy un chico normal 1.85 de altura y unos 95 kilos y algo corpulento.

De buenas a primeras estabamos enlazados de nuevo comenzamos un nuevo lío pero estaba yo estaba encima y estuvimos comiendonos mutuamente, pero de repente se dio la vuelta y estaba encima mía y me dijo, dejame hacer a mí, de acuerdo conteste, se metío me rabo entero de un golpe, era asombroso lo que estaba disfrutando, como se movía la chica, cuando de repente me dijo que me pusiera arriba y se la clavara entera, así fue nos dimos la vuelta y de una solo vez estaba dentro de nuevo tuvo dos o tres orgasmos era genial sentir como se venía y cada vez lubricaba más su hermoso coño depilado con un hermoso triangulo, cuando de repente sentía que me venía de nuevo y ella en vez de retirarse me apreto fuerte con sus brazos y empezó a ...

... moverse de una manera rítmica que me hizo sentirme de nuevo en las nubes y no pensar en nada, nos relajamos y de nuevo empezamos a hablar pero no dejaba de tocarme mi rabo y hablarme de lo grande que era y lo gordo que se ponía, no me lo podía creer, llevabamos casi un hora jodiendo sin parar y aún quería más, yo pensaba no puedo decir que no, por que sino se me acaba el chocho que tenía, así que le dije que si se lo volvía a comer vería como y no me dejo de terminar la frase lo tomo y se lo metío de nuevo en la boca y como es normal mi rabo crecía en su boca por momentos, ella lo notaba y con más ganas lo chupaba parecía que mis huevos se los iva a tragar era maravilloso, entonces me dijo clavamela con fuerza y comenzamos de nuevo a disfrutar mutuamente, así estaríamos como veinte mimutos con toda clase de posturas y movimientos, de nuevo me iva a correr y ella notandolo se la sacó y la puso entre sus pechos a comerme la punta del glandes cuando me vine en su cara y pechos llenos de leche entonces se corrío estremeciendose de gusto y terminando ambos a la vez. Fue alucinante, pero al llevarla a su casa se despidió de mi dandome un beso y diciendome, nos vemos mañana para terminar lo que hemos empezado, pero esto es otra historia.