1. Con mi compadre...


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Gays Primera Vez Autor: renovatio111, Fuente: xHamster

    ... Comenzó entonces su relato.Pues verás – comenzó finalmente – el Pancho llegó bien temprano y le expliqué que necesitaba que me echara la mano en los sembradíos, así que luego de tomarnos un café montamos las mulas y enfilamos para allá. En el camino comencé a hacerle plática, tratando de averiguar si andaba de novio con alguna muchacha del pueblo, o al menos si alguna le llamaba la atención. El Pancho muy callado, no soltaba nada, y así anduvimos un buen trecho. Después de un rato, pues me dieron ganas de mear.Aquí el compadre se detuvo, haciendo una pausa que yo consideré innecesaria.Síguele compadre – le reclamé – que eso de la meada ni viene al caso.Me miró de una forma algo rara.Por el contrario, compadre, sí que viene al caso – dijo con cierto misterio.Ora – me sorprendí – y eso porqué?Pues porque el Pancho se puso muy atento al ver que me bajaba del caballo y me bajaba el cierre de los pantalones.No chingues!, compadre.Tal como te lo cuento – me respondió.Me terminé la cerveza, sin saber si quería escuchar más de esa historia. Abrí la segunda y resignado le pedí que continuara.Pues como te decía – retomó el cuento – me di cuenta que paraba mucho el cuello y que disimuladamente trataba de ver lo que me colgaba entre las piernas.No te habrás confundido?, compadre – le pregunté esperanzado.Lo mismo pensé yo – me contestó – y por eso, para estar bien seguro, me di la vuelta, con la verga colgando fuera de los pantalones, como si se me hubiera olvidado guardármela.Y que ...
    ... hizo el Pancho? – pregunté con un hilo de voz.Pues en vez de hacerme notar mi accidente, olvido, o lo que fuera, se me quedó mirando fijamente a la reata, como si quisiera resistirse a mirarla, pero devorándola con esos ojazos negros que tiene. Porque de veras que tiene bonitos ojos el muchacho, eh?Si – acepté distraído, sin poder apartar de mi mente la imagen de mi hijo mirando con deseo la verga de su padrino. – Y luego que hiciste?, compadre.Pues me acerqué a la mula, haciéndome como que no me daba cuenta de que la polla andaba suelta y feliz a la intemperie. El Pancho no dejaba de mirarla con una carita que para que le voy a negar, compadre, me hizo sentir muy contento.Ora – dije sorprendido – y como es eso?Pues si, compadre – me explicó – la verdad me sentí muy contento de que el chamaco me mirara con tanta admiración, porque a lo mejor tú no lo sabes, pero tengo muy buena pistola.Una pausa, y de verdad me quedé mudo. No sabía si penar en mi hijo o en la mentada pistola. Mi compadre, con los ojos cerrados y haciendo memoria se estaba tocando la dichosa pistola, y para mi sorpresa, el bulto se notaba verdaderamente grande.Pinche compadre – me dijo de repente – que se me hace que no me crees.No compadre, cómo voy a dudar de ti? – le contesté inmediatamente.Te juro que la tengo bien grandota – contestó con aquella sonrisa que le curvaba los negros bigotes.Y por si alguien lo dudaba, se marcó el bulto aquel con ambas manos, haciéndolo todavía mas evidente. No supe voltearme a ...