Visitas a mi vecino (El trabajo)
Fecha: 20/12/2017,
Categorías:
Masturbación
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... conseguimos meternos una mezcla de agua templada y aceite, que preparamos en un jarrón; para ayudarnos a evacuar más fácilmente y vaciarnos...
Luego, Loren, le quitó la alcachofa a la ducha y nos mandó que nos metiéramos, el tubo flexible, por el que llega el agua, en el culo. Para, así, limpiar bien nuestro interior... y, después expulsarla. Esto, lo repetimos tres o cuatro veces, y cuando comprobamos que ya salia, siempre, limpia, nos puso, de gel, hasta el cogote y nos restregó a fondo; y sin cortarse ¡eh!…
- Así, estaremos preparados para lo que haga falta ¿no?
- ¡Si, Loren! (al unísono)
Luego nos aclaró con agua templada
- ¿Con agua templada?
- ¡Vale! (al unísono)
Pasamos un ratito de cachondeo mientras nos poníamos guapos… y nos mirábamos con cara de tener ganas de pasarlo bien. Pero, no podíamos desmadrarnos. Era necesario reservarse. Porque, nos olíamos la tostá.
A las doce y diez, volví a bajar al salón.
- ¡Qué!, ¿ya nos vamos a la cama? , le dije a mi abuelo, que estaba entrando en su habitación.
- ¡Si, hijo!. Hoy, la tele está muy aburrida y, ya me he cansado. Así que, me acuesto…
… y, vosotros ¿qué?, ¿como lo lleváis?
- Necesitamos hacer un pequeño descanso. ¡Igual, salimos a tomar el aire!... Un paseo, al aire libre, nos vendría bien antes de que sea más tarde; y, para luego, tenemos el café…
... ¡bueno, “abu”!, ¡que descanses!.
- Venga, que se os dé bien y lo terminéis. ¡Hasta mañana!
- ¡Hasta mañana, ...
... “abu”!
Volví a subir a mi cuarto
- A ver...
Tu, vas con el pantalón del chandal y tu camiseta, que te queda genial, le dije a Loren…
Tu, dirigiéndome a Chencho, con tus pantalones cortos y la camiseta del equipo de fútbol.
... y, yo, me voy a poner el pantalón del Madrid, que a Mario le pone cantidad, y una camiseta de talla grande, que tengo, que me queda muy bien.
Todos, llevamos nuestras Adidas ¿no?… ¡perfecto! - Pues... ¡Ala, que nos vamos!
- Pero, tío ¿y tu abuelo?. Que nos va a oír ¡joder!… ¿o, crees que, ya, se habrá dormido?
- Está todo controlado, Chencho; le he dicho que íbamos a salir a tomar el aire, para descansar un poco.
- ¡Ah!… vale
- Entonces... ¿nos vamos ya?, dijo Loren
- ¡Si, venga!. ¡Vámonos!
Salimos de casa, con mucho cuidado, y avanzamos, los pocos metros que había, hasta llegar al timbre de la casa de Mario.
- ¡Hombre!. Ya estáis aquí…
... estábamos esperándoos.
¡Pasad!... que, se escapa el gato…¡jaja!
¡Que graciosillo! (pensé)
- ¡Buenas noches!
- ¡Buenas noches!
En, ese momento, apareció Mario
- Hola, chicos. Perdonad, por no haber podido salir a recibiros...
… ¡por cierto!, ¿tenéis el pasaporte preparado?... por, si hay que ir a New York
- ¡Calla!, ¡loca!... que les vas a confundir. Pasad al salón chicos.
Al entrar, vimos a un señor gordo con barba de tres o cuatro días, sentado en un sillón, que nos miraba como si estuviera en el zoo.
- Os voy a presentar a mi amigo, James, dijo el tío ...