1. Visitas a mi vecino (El trabajo)


    Fecha: 20/12/2017, Categorías: Masturbación Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos

    ... a la pared, en el “hall” de entrada. Así, el salón quedó despejado, lo suficiente, para que empezáramos a grabar.
    
    Justin y Pedro, siguiendo las indicaciones de James, habían situado el trípode, algunos focos y un paraguas... y, sacado, tres cámaras de video y dos fotográficas, que dejaron sobre la mesita del rincón y en el suelo, junto al sofá, en una bolsa grande.
    
    Y, sobre la mesa grande, que se quedó en su sitio, Mario y el tío Enrique pusieron un par de mantas, bien dobladas y un pequeño cojín.
    
    Todo, parecía preparado, para que empezase la función; y, James, le dijo a Pedro, que nos dijera, que íbamos a empezar.
    
    La una y veintidós de la madrugada.
    
    Primero, fue Loren, siguiendo las indicaciones de James, el que, se colocó en el centro del salón.
    
    Justin , se encargaba de una de las cámaras de video. Otra, grababa, a piñón fijo, desde el trípode; y, la otra, estaba a cargo del tío Enrique, que por lo visto entendía de esto, también.
    
    De pie y quieto, fue grabado y fotografiado durante unos minutos… y, luego se sentó en un sillón, para cederle el turno a Chencho. Yo estaba sentado en el sofá junto a Pedro, que en ese momento; y, aludiendo al calor que daban los focos, se quitó la chaqueta y la camisa, dejando ver unos pectorales soberbios. Nadie lo habría dicho (pensé), pero este tío está mortal. ¡Que rico!.
    
    Me acerqué a él y le eché mano a uno de los pezones
    
    - ¿Te gustan?, me preguntó
    
    - ¡Me encantan!, le dije. Nunca había estado tan cerca de ...
    ... alguien con unos así…
    
    - Así, ¿como?
    
    - Es que, esos pelillos tan suaves y casi negros que te cubren el pecho, hacen que resalten... y, se ven muy provocativos
    
    - ¡jajaja!… tócalos si quieres, me gusta la suavidad de tus dedos
    
    Y, eso, me dio ánimos para seguir tocándole. Lo hacía descaradamente. Me encantaba sentir su calor y también percibir ese olor que despedía. Pero, el cansancio de todo el día estaba haciendo mella en mi; y, le pedí permiso para recostarme y apoyar mi cabeza sobre sus piernas.
    
    - ¡Están un poco duras ¡eh!... espera, que me coloque bien; y se retrepó, un poco…
    
    Coloqué mi cabeza sobre su paquete y...
    
    - ¿Mejor así?
    
    - Mucho mejor, si… y, me puse de lado, para poder oler su entrepierna…
    
    … pero, sin darme cuenta... me estaba quedando dormido.
    
    A las tres menos diez, me despertó Mario
    
    - Venga, Dieguito, despierta que ahora te toca a ti
    
    Y me di cuenta de que estaba con el culo al aire y descalzo; tendido en el sofá
    
    - Venga, Dieguito… ¡vamos, que te toca!
    
    - ¡Bueno!, parece que James, quiere que hagamos un pequeño “break”, dijo el tío Enrique
    
    Y, se sentaron a tomarse un café, de los que había dejado Mario, en una bandeja, sobre le mesita del rincón.
    
    Me incorporé... y, ademas, de la bandeja con los cafés, pude ver, en la mesa, un bote de plástico y un par de bolsas de aseo...
    
    - ¿Has descansado?, me preguntó Pedro
    
    - Si, un poco. A ver si me despierto del todo; pero, ¿que ha pasado?... estoy, casi desnudo...
    
    - ¡No te ...
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