1. Mi primo Queno


    Fecha: 22/12/2017, Categorías: Incesto Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Era una tarde de verano, estábamos en la montaña, el bello rostro de mi guapo primo reflejaba mucha pena.
    
    Se había separado hacía un par de años, y ese día salió de la reunión familiar a caminar, yo con la inquietud de mis 13 años lo seguí y lo encontré con la cabeza entre las manos y sus ojos llenos de lágrimas.
    
    Impulsiva me senté a sus pies y sin pensarlo lo besé en la boca, él sorprendido me devolvió el beso apasionado, hasta que pareció aterrizar y me alejó.
    
    ¿Qué haces "rulitos"? sus manos fuertes me tenían cogida de la cintura, antes que pudiese reaccionar me sujeté de su cuello y volvía a besarlo restregando mis turgentes tetas contra su pecho. Estuvimos así besándonos como locos y su mano acariciaba mis piernas hasta llegar a mi bikini, habíamos estado en la tarde en la piscina y yo solo iba vestida con el mini traje de baño.
    
    Mi mano fue hasta mi parte baja y solté las amarras quedando con mi sexo a disposición de su mano, mientras la mía hurgaba en su entrepiernas.
    
    Retiró su boca de la mía y dijo ronco:
    
    "Esto no está bien, tú eres mi primita chica y..." lo callé con mi boca ansiosa y ya no se pudo detener.
    
    Con su mano en mi concha se paró y buscó un lugar con pasto, me puso de espaldas y bajó sus labios carnosos hasta mi sexo, su lengua experta de hombre de 31 años me lamío, me penetró y me sacó mis jugos.
    
    Yo ardiente de deseo trataba de tocar su miembro que abultaba en forma notable, con la otra mano solté mi parte superior y quedé desnuda en ...
    ... sus brazos, al verme así empezó a subir con besos y mordisquitos pequeños desde mi concha hasta mi cuello y de ahí a mi boca.
    
    Tenía el sabor a mi sexo y me gustó.
    
    "Sácalo por favor y mételo!"
    
    "Te lo han metido ya?" su voz ronca estaba molesta
    
    "No, quiero que seas el primero!"
    
    Él ya se había sacado su pantalón y boxer.
    
    Y su bello miembro se veía majestuoso, grueso, largo y desafiante.
    
    "Te va a doler "rulitos", no quiero que sufras!"
    
    Por respuesta yo subí mis piernas abriéndolas y ofreciéndo mi concha virgen.
    
    Fue claramente mucho para su ser macho caliente, y con suavidad empezó a penetrarme, le costaba pues yo estaba apretadita aunque mojada, me chupaba las tetas y jadeaba junto conmigo. Su gran cabeza rindió a mi anillo y me dolía mucho mientras entraba, de pronto se detuvo, y yo con ansiedad alcé mi cuerpo empujándolo adentro y salió un grito de dolor de mis labios, él me besó intensamente y así enganchados estuvimos un rato.
    
    Finalmente el mete y saca que me hizo sentir toda clase de sensaciones mucho más ricas que cuando yo me masturbaba, jadée, gemí, y pedía más y más.
    
    Él estaba como entre mundos, entraba y salía hasta que me dijo:
    
    "Estabas virgen mi pequeña y eres muy caliente, te has corrido varias veces, como una mujer con experiencia.Ahora te voy a llenar de mi leche, no puedo aguantar más!"
    
    Y lo sentí explotar en mi útero.
    
    Seguimos jugueteando sexualmente y él volvió a estar listo.
    
    "¿Querías ser mujer? Bien te voy a hacer ...
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