EN LA CAMA DE UN HOTEL... - Relatos Eróticos

EN LA CAMA DE UN HOTEL...

Lo llamé. estaba en su ciudad. Le dije que lo invitaba a tomar unas cervezas. Me dijo que esperara que saliera del trabajo. Llegó a donde estaba alojado. Salimos a comprar unas six pack. Y regresamos a la habitación: empezamos a beber, a hablar cualquier tonteria. Ambos sabíamos por que estábamos allí. Apenas acabamos una six pack, empezamos a tocarnos: luego vino lo esperado: besos profundos, nuestras lenguas descubriendo el cuerpo desnudo y perfecto del otro.  Lamí su hermoso culo. Lamio el mio.  Hicimos 69 veces el 69. Sexo oral, sudábamos. Luchábamos. Nos amábamos cual locos insaciables. Mi semen baño su bello cuerpo. Su semen acabó en mi pecho. Nos besábamos. Le hice el amor con pasión y con locura. me decía: "estamos locos" le susurraba: si, mi amor. Era un amor clandestino. Era nuestro secreto. Su voz siempre susurrante. Su olor inolvidable. Su sonrisa. Y su cuerpo desnudo. Junto al mío, en una batalla hermosa de su cuerpo con el mío. De su sexo con el mío. De su verga junto a la mia, masturbandolas y besándonos. De sus tetillas paraditas cual senos de quinceañera. De sus pies,  su almizcle,  su sudor.

Mientras lo penetraba, el apretaba su delicioso culo, y me decía. Que rico estas. Yo le decía: tu mas, amor. y le besaba el cuello y le mordía la espalda.  

Se ...

... iba ir  a la madrugada. Me dijo: "tengo que ir a casa". Me dejas en esta cama de hotel,  desnudo y solo? le pregunté. Cuando se había vestido totalmente, me abalance sobre el y lo empecé a besar. No opuso resistencia. Acabamos las ultimas cervezas del segundo six pack. Y destapé otras más de la nevera del hotel.  

Su ropa recién puesta fue quedando en el piso de la habitación, mientras nuevamente empezábamos el ritual de sexo, licor, lenguas, penes... Me iba a derramar en su boca, después de su mamada deliciosa, donde su lengua se movía rápidamente y a veces cogía mi pene y se lo tragaba todo, en su tibia boca y bellos labios, la cual follaba con deliciosa ricura. Pero me dice: "no, nene, quiero que me llenes con tu semen, quiero que te derrames dentro de mi".

Y entonces mi lengua, humedeció su culito, lo penetraba con mi lengua y sentía como gemía de placer. Lubriqué  su culito con mi saliva y mi pene lo lubricó  con la saliva de é. Intente penetrarlo,  y su culito, apretadito fue nuevamente cediendo:  lo cogí lo follé... sudábamos, gemíamos, gritábamos. Y mi semen se quedo en su cuerpo, mientras yo lo hacia terminar manándole su falo, derramándose el en mi boca. 

Ya no se quería ir. Tomo su celular y nos tomamos una foto, desnudos, los dos, en una cama de hotel.