Dos hermanas en menos de 24 horas (2) - Relatos Eróticos

Dos hermanas en menos de 24 horas (2)

... esa vez me excito mucho verla así, olerla y sus manos me tomaron de los cabellos y me apretaron a ella. Me sale de ella un momento para desnudarla por completo y desnudarme yo, mi verga estaba bien dura, al ver su pubis con sus bellos rizados muy negros y brillantes por la humedad no dude en meter mi cara entre ellos, Laura empezó a moverse como poseída, gemía sin contenerse y sin contenerse se vino en mi boca, sentí ese sabor poco amargo y la textura espera en mi lengua que me excito aún más de lo que ya estaba, me coloque entre su piernas y de a poco se la fui introduciendo, en respuesta me abrazo enterrando me las uñas en mi espalda y su vagina se movía apretandomela , succionandomela, pensé que no aguantaría mucho, pero no quería acabar pronto, creo desde esa vez fui aprendiendo a controlarme y administrar mi cuerpo.

La coloque en cuatro y a cada empujon que le daba sentía chocar sus duras nalgas en mi ingle, se movía como si fuera una máquina, me estaba dando un placer enorme y fue que no pude contenerme, me vine a chorros, no se la saque luego pero cuando ...

... salió, mi verga descanso en su culito, mi semen seguía escurriendo y se lo Bale provocándole un enrome orgasmo

Por debajo su cuerpo busco mi verga y volvió a ensartarsela, estaba perdiendo rigidez, pero al sentir de nueva cuenta como el interior de su vagina me la aprisionada rápido volvió a erguirse.

Estuvimos toda la tarde acostados cogiendo, cerca de las 8 de la noche fuimos a la universidad a tomar nuestra última clase, ahí encontré a Irma quien me dijo que pensaba me había ido pues me había estado llamando al departamento pero  nadie respondió, le dije que salí a comer y se me hizo tarde, me pidió pasar la noche juntos pero ahora sí me sentía muy cansado, no importa me dijo, lo que quiero es pasar la noche contigo, que me acompañes, le voy a decir a mi hermana que voy a ir a una cena con mis amigas y me voy a quedar con ellas. 
No pude decirle que no y pasamos la noche juntos, por la mañana dos palitos mañaneros como colofón.

Con ellas tuve relaciones cerca de cinco meses sin que supieran que me compartían, aunque estoy seguro que con el tiempo lo habrán sabido